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El delantero del Madrid, con varios incidentes en su trayectoria, retenido en Versalles para declarar sobre un chantaje sexual a Valbuena
05 nov 2015 . Actualizado a las 09:32 h.Sin jugar y en proceso de recuperación de su lesión, Karim Benzema continúa metido en líos con la justicia. El delantero francés fue detenido ayer en Versalles por el presunto chantaje con un vídeo sexual a su compañero de la selección francesa Mathieu Valbuena, según informaron fuentes cercanas a la investigación. Benzema se presentó por la mañana ante la policía judicial de Versalles, fue retenido para ser sometido a un interrogatorio y estaba previsto que pasara la noche bajo custodia policial. Los investigadores tratan de determinar si conocía la existencia de ese vídeo íntimo, en el que aparece Valbuena, y que fue robado por unos chantajistas.
Al parecer, y siempre según la investigación, Benzema se habría enterado de la existencia del vídeo después de que uno de sus allegados fuera contactado por los presuntos chantajistas para utilizar al delantero para la extorsión. El interrogatorio pretende aclarar si la conversación de Benzema con Valbuena correspondía a un consejo amistoso o a una presión para incitarlo a pagar a los delincuentes. Djibril Cissé, excompañero de equipo de Valbuena en el Olympique de Marsella, fue interrogado sobre este asunto el 13 de octubre y puesto en libertad sin cargos.
No es la primera vez que Benzema tiene un problema con la justicia por un tema sexual. En el 2014 fue absuelto por el caso Zahia, en el que se le acusaba de haber recurrido, junto a Ribéry, a los servicios de una prostituta menor de edad.
El affaire con la justicia llega unos días después de la enésima infracción de tráfico del delantero francés, que fue cazado el jueves por la Policía Local de Madrid tras hacer un giro prohibido a una velocidad superior a la permitida y sin permiso de conducir. Una infracción por la que se celebrará un juicio rápido el día 23 y que se acumula a las que ha tenido en los últimos años.
En mayo, unos agentes le pararon en un control rutinario cuando conducía un Rolls Royce y no disponía de carné ni de los documentos pertinentes para que el vehículo pudiera circular en España. En marzo del 2013 fue fotografiado por un radar móvil cuando regresaba de Granada, donde había jugado con su equipo un partido de Liga. Iba a 216 kilómetros por hora y fue condenado a una pena de ocho meses de multa con 150 euros diarios y la retirada del carné de conducir por ese mismo período. Dos años antes, fue multado con 250 euros por conducción temeraria al participar en varias carreras ilegales en Ibiza al volante de un Ferrari y un Lamborghini. En el 2009, sufrió dos accidentes; uno en Pozuelo, cuando se empotró contra una valla a 50 kilómetros por hora, y otro, en la Isla Reunión.