El fútbol a los cuarenta y seis

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

XOÁN A. SOLER

El extremo que despuntó en el Compos a principios de los noventa sigue jugando en su Sigüeiro natal

09 dic 2015 . Actualizado a las 08:19 h.

El 23 de junio de 1991 el Compos firmó un histórico ascenso a Segunda División en un campo de Santa Isabel atestado de público y con un césped en el que el balón se deslizaba rápido, a pesar de tratarse de un día seco, de mucho calor. Fueron muchas horas de riego las que precedieron el encuentro. Integraban el once inicial azul y blanco Docobo, Juan, Modesto López, Tono, Cea, Salvador, Ochoa, Cortés, Víctor, Juanito y Moure.

Un 22 de junio del 2002 el Compos firmaba otro ascenso a Segunda, ante un Barcelona B en el que asomaban Víctor Valdés, Oleguer, Iniesta, Nano y Trahorras, entre otros. Integraban el once azul y blanco Óliver, Pignol, Adriano, Chema, Pinillos, Pedro Aguado, Manuel, Álvaro, Cabarcos, Juanito y Maikel.

El Juanito que aparece en una y otra formación es el mismo. En la primera, con 21 años. En la segunda, con 32. Hoy cumple 46, y sigue en activo, en las filas de su Sigüeiro natal, en el que está completando su tercera temporada, en Primera Autonómica. Pese a que tiene fijada su residencia en Narón, no le cuesta coger el coche ni para los entrenamientos ni para los partidos. Y en la competición mantiene esa punta de velocidad que siempre distinguió su fútbol.

Presentado junto a Bebeto

Juanito, que empezó a jugar al fútbol en los juveniles del Sigüeiro, pasó después por el Compostela. Y tras aquel ascenso a Segunda firmó por el Deportivo, con el que fue presentado en 1992 al lado de un entonces semidesconocido Bebeto. Betis, Mérida, Levante, Toledo, otra vez el Compos, Racing de Ferrol y Narón son los equipos en los que desarrolló su carrera, hasta volver a recalar en el Sigüeiro, de Primera Autonómica.

No hay más secreto que tres claves para explicar tanta longevidad deportiva, según él mismo comenta: «La suerte con las lesiones, llevar una vida ordenada y tener ganas de seguir». Sin mucho más.

SANDRA ALONSO

Inicios

Cada etapa, y en su caso son muchas, tiene sus recuerdos. Pero cuando se le pide que seleccione los que le han dejado una huella más entrañable, acude a sus primeros años y a los que ahora sigue disfrutando a pie de campo: «Mis primeros años en el Sigüeiro y la primera etapa en el Compos... Éramos grupos de gente más cercana, que estuvimos juntos bastante tiempo. Era todo más familiar. Igual que ahora».

De hecho, le tocará pagar los pinchos en el vestuario, pero no sabe si será este viernes u otro más adelante porque «hay más compañeros que también cumplen años estos días».

Esa vertiente festiva le lleva a enlazar, de nuevo, con aquella primera etapa en el Compostela: «En las pachangas de los sábados, en Lavacolla, nos jugábamos las tortillas que después se tomaban en el Periquillo. Los que perdían, pagaban. Y el cuerpo técnico, como no jugaba, tenía que elegir un equipo antes. Es una costumbre que implantó Fernando Santos y que ayudaba a hacer grupo. Como entregar el premio a la mayor torrija de la semana».

Juanito, en la actualidad

Hoy cumple los 46 y, como lleva haciendo desde hace diez años, al final de cada temporada verá si sigue o pone pie a tierra: «Cuando llegué al Narón, con 36, ya empecé a pensar año a año». Van diez, y ahí sigue, disfrutando. De hecho, no le pesan los kilómetros entre Narón y Sigüeiro sino los horarios: «Entrenamos muy tarde, a las nueve de la noche».

A poco que aguante en la brecha, cualquier día se ve jugando contra sus hijos. «El mayor está en su último año cadete -comenta-. Juega como medio centro. El pequeño, en edad infantil, es más parecido a mi. Son demasiado jóvenes todavía».