Nadal cae ante Del Potro y luchará por la medalla de bronce

La Voz

DEPORTES

TOBY MELVILLE | Reuters

En un partido durísimo y muy exigente físicamente Nadal cayó ante el argentino por (5-7, 6-4 y 7-6)

14 ago 2016 . Actualizado a las 02:00 h.

Algunas derrotas perduran, y el regreso de Rafa Nadal a la primera línea del tenis mundial durante estos días frenéticos en Río de Janeiro ya forma parte de las mejores historias de este deporte. Coronado campeón de dobles el viernes después de elevar a uno de sus mejores amigos, Marc López, la semifinal ante el argentino Juan Martín del Potro enfrentaba un par de bellas historias de superación. Uno no gana un grand slam desde hace más de dos años, reaparece después de dos meses sin competir y soporta el dolor de su última lesión de muñeca, mientras que el otro, campeón del US Open 2009, ya casi no recuerda un año completo sin contratiempos, después de varios pasos por el quirófano.

Pelean en la pista central del Parque Olímpico de Barra de Tijuca. Una grada volcada con el español, en la que se alzan las voces de medio centenar de ruidosos argentinos que lo dan todo. Bajo esas condiciones y dos jornadas encadenando un par de partidos diarios de máxima tensión, Nadal ofreció un repertorio fantástico: derechas paralelas incontestables, bolas cortas para mover a un rival corpulento, golpes de clase en la zona media de la pista y voleas. Del Potro sirvió con un cañón, con frecuencia por encima de los 200 kilómetros por hora, y golpeó la derecha con una contundencia que le enseña de nuevo el camino para pelear junto a los mejores. En un partido de solo tres sets, que demuestra que no son necesarios los largos formatos para presentar batallas inolvidables, ganó el argentino por 5-7, 6-4 y 7-6 (5). El español peleará hoy (18.30) por el bronce con el japonés Kei Nishikori, que perdió ante el escocés Andy Murray por 6-1 y 6-4.

LUIS ACOSTA | Afp

Nadal, que criticó a la organización por fijar su partido de semifinales para las dos de la tarde cuando había celebrado el título de dobles a las diez de la noche, arranca dispuesto a mover a Del Potro. Consciente de que el bote alto de su bola resulta un caramelito para el mangallón argentino, elige con frecuencia el revés cortado, busca ángulos cortos que alejen a su rival a los confines de la pista e insiste en el saque abierto hacia el revés del argentino cuando sirve hacia el lado de la ventaja. Al mínimo despiste, Del Potro le está esperando con una raqueta que funciona como una estaca cuando encuentra la pelota de derecha por encima de la cintura. El pulso arranca con el primer set del lado del español, para delirio del público.

Juega Nadal consumido por un cierto estrés. Los servicios del rival le conceden puntos rápidos. No caben errores para seguir cosido al partido. Y una potente derecha paralela, una de tantas, concede a Del Potro un break al tercer juego del segundo set, el que acabará decidiendo esa manga. Un dato explica el discurso del argentino: sus 18 winners con su drive por un único con su revés.

LUIS ACOSTA | Afp

El tercer set de Nadal ya es una lucha contra la lógica del cansancio y la potencia de un rival desatado. Se agarra una y otra vez al partido con golpes imposibles. Hasta que pierde con la cabeza alta, se funde en un abrazo con su verdugo y se va ovacionado.

MARTIN BERNETTI | Afp