La penalización del freno de mano

Miguel Álvarez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

España renunció a la locura para mantener un ritmo controlado, pero acabó castigada en la faceta ofensiva

20 ago 2016 . Actualizado a las 17:10 h.

La soñada revancha no se concretó. España le sopló en la oreja a Estados Unidos en las dos últimas finales olímpicas, pero ayer no pudo darle un disgusto a los de Coach K en el partido más discreto de los tres últimos que ambos han disputado en los Juegos. La selección de Scariolo realizó una labor correcta en la faceta defensiva, pero estuvo lejos de su mejor versión en ataque. 

Físico

Una batalla imposible. La selección estadounidense mostró una gran superioridad en el apartado físico. Esta circunstancia tuvo su mayor impacto en la lucha por el rebote. La sangría española fue salvaje, sobre todo en la primera mitad. Mucho más dinámicos y potentes, los norteamericanos se forraron a segundas oportunidades.

Con el paso de los minutos, España parcheó, en parte, su inferioridad reboteadora. No obstante, a ambos conjuntos les costó correr. Los de Scariolo apenas disfrutaron de acciones a campo abierto y, con ello, padecieron en ataque. En el lado positivo, minimizaron la anotación estadounidense a la contra. 

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Mentalidad

Mucho respeto y una dosis de timidez. Los duelos a muerte disputados en el pasado pudieron pesar en el ánimo de ambos equipos. Estados Unidos, con selecciones mucho más potentes que la que ha llevado a Río, las pasó canutas para batir a España en Pekín y en Londres. De esta manera, el respeto mutuo fue elevado.

No obstante, los de Scariolo pudieron pecar de tímidos. No se desmelenaron como en sus mejores momentos. Faltó descaro para desafiar a un rival que ya ha mostrado sus costuras en más de una ocasión a lo largo del torneo. 

Ataque

Abuso del bote y circulación muy espesa. España no hizo un buen partido en ataque contra Estados Unidos. Pese a ello, fue capaz de anotar 76 puntos, muchos de ellos merced al talento de sus jugadores. El equipo de Scariolo se cortó las alas con un exceso de botes, con mala circulación de balón y con la retención de la pelota en lugares en los que permitieron que los norteamericanos dispusiesen de mucho tiempo para recuperar y estar pendientes de las ayudas.

Pese a lo espeso de su ataque, España se mantuvo en partido merced a la buena labor de Gasol -que acabó muy cansado- y a los arreones de acierto. Cuando el equipo desplegó las alas, firmó esporádicas rachas anotadoras que le dieron oxígeno. 

Inteligencia

Malas decisiones que aflojaron la carga emocional para los norteamericanos. España fue casi todo el partido por debajo en el marcador. Pese a ello, el conjunto de Scariolo dispuso de muchas posesiones para haber equilibrado el marcador o, al menos, para soplarle en el pescuezo a los de Coach K. Sin embargo, las malas decisiones lastraron hipotéticas remontadas. Triples mal seleccionados de Sergio Rodríguez, Mirotic o Rudy; pases al poste sin movimiento de los hombres sin balón o penetraciones en desventaja fueron recibidas como agua de mayo por el conjunto estadounidense.

A España le faltó el instinto asesino para poner en máxima tensión a un rival que casi siempre mandó por más de cinco puntos. Se desperdició la oportunidad de contemplar los recursos de los norteamericanos en caso de verse con la soga al cuello con Durant y Anthony muy desacertados. 

Banquillo

Rotaciones de diez hombres. Tanto Scariolo como Coach K emplearon a diez jugadores en el encuentro de ayer. No obstante, la presencia de Dreymond Green por parte de los norteamericanos fue testimonial. Ambos conjuntos tuvieron baloncestistas que realizaron un encuentro más que discreto. Tal fue el caso de Ricky Rubio o Felipe Reyes por España, o de Cousins o Butler por Estados Unidos. 

Defensa

Correctos, pero con matices. España impidió que Estados Unidos corriese. Con las trampas defensivas, sacó de ritmo en más de una ocasión al conjunto norteamericano. Pero, un partido más, evidenció que no tiene dominadas las situaciones de bloqueo directo.

En más de una ocasión, los jugadores españoles rebajaron la presión sobre el balón en los bloqueos directos. Esa circunstancia fue exprimida por los estadounidense para fabricarse lanzamientos cómodos. Anotaron nueve triples, pero casi todos hicieron mucho daño.

También se produjo algún error de comunicación que permitió que los de Coach K anotasen canastas fáciles que, en un encuentro como el de ayer, se cotizan al precio del oro.

Navarro tiene la «sensación» de que no hicieron «todo lo suficiente»

Juan Carlos Navarro, capitán de la selección española, señaló que irse de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro sin medalla sería «muy malo», tras la derrota sufrida en semifinales ante Estados Unidos (76-82).

«Hay que levantarnos y terminar bien», explicó Navarro . El equipo nacional se ha visto abocado a la lucha por el bronce.

«Tengo la sensación de que no hemos hecho todo lo suficiente. No digo que haya sido por falta de esfuerzo o ganas, pero la mala cabeza y la falta de concentración nos ha hecho que nos cojan esos rebotes, que es difícil defender, y que tengan algún triple abierto», reconoció.

Cuestionado por la cantidad de técnicas que han pitado los árbitros en el segundo cuarto, hasta cinco entre estadounidenses y españoles, Navarro recalcó que «nunca» lo había visto. «Los árbitros nos han dicho que era culpa nuestra y que dependía de nosotros, pero no hemos perdido por eso», confesó.

«No estoy muy feliz ni muy contento, la verdad», afirmó Pau Gasol

Pau Gasol declaró ayer, después del partido contra Estados Unidos, que «una medalla olímpica siempre es una medalla olímpica y» que «en dos días» lucharán por ella. España no pudo colarse en su tercera final olímpica consecutiva.

«No estoy muy feliz ni muy contento, la verdad», indicó después de que el combinado nacional perdiese ante los norteamericanos. Gasol, que de nuevo fue el máximo anotador del partido, con 23 puntos, logró gracias a ellos superar este viernes en Río a Juan Antonio San Epifanio como máximo anotador de la historia de la selección española. Un éxito al que le restó importancia después de encajar una derrota.

El interior catalán lució un fuerte vendaje en el gemelo derecho. Indicó que jugó «todo lo tenso y fuerte» que pudo. «He intentado darlo todo. No me he sentido al cien por cien, pero estoy contento de haber podido competir», explicó Pau tras la semifinal en la que cayeron ante Estados Unidos.