Demostrar en su despedida que todos sus rivales están a años luz

José C. Tuñas DESDE EL TARTÁN

DEPORTES

31 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Usain Bolt ya tiene fecha de caducidad. Cuando el telón del Campeonato del Mundo de Londres caiga el atletismo se quedará huérfano, se irá el que es sin duda el mejor atleta de todos los tiempos, el atleta más carismático, junto a Jesse Owens, que se pudo ver sobre el tartán. Otras figuras como Carl Lewis, Beamon o Fosbury dejaron su huella imperecedera en el atletismo, pero lejos, muy lejos de lo logrado por Bolt, porque Bolt ya es eterno.

Bolt viene anunciando hace tiempo sus planes de futuro una vez que se calce por última vez sus zapatillas. Pasan por probar en el fútbol, donde el seleccionador de Jamaica lo espera con los brazos abiertos, pero ¿como afrontará un atleta que lo ha conseguido absolutamente todo sobre el tartán su último año en activo? Muchos pensarán que lo lógico es que se lo tome como un año sabático, máxime cuando reconoce que cada vez le cuesta más entrenar y tiene problemas con las recuperaciones, pero nada más lejos de la realidad.

Precisamente un atleta de la talla de Bolt nunca se pondrá en los tacos de salida dándole la más mínima ventaja a cualquier adversario que ose ni siquiera estar cerca de él, siempre tendrá algo motivador para afrontar con garantías su último año, pero yo auguro un último acto sobre el tartán de Londres donde querrá dejar su mejor versión. No solo se limitará a ganar y a festejarlo antes de los cuadros, sino que intentará demostrar que en su adiós todos están a años de luz de él.

Desde hace tiempo viene anunciando lo que es su gran sueño, quiere dejar su récord mundial de los 200 metros lisos por debajo de la barrera de los 19 segundos, rebajar su plusmarca de 19.19, algo casi imposible de lograr. Bajar casi dos décimas a esos niveles es algo impensable, pero estando Bolt por medio el «casi imposible» hay que decirlo con todas las reservas del mundo, porque no sería nada descabellado, que si bien la empresa estaría condenada al fracaso, no el que le pegara un buen hachazo a su actual registro. Sería el broche de oro a una carrera dilatada en el tiempo y en los éxitos.

José Carlos Tuñas es entrenador y responsable de velocidad de la FGA