En ello se ha convertido la fase inicial de este Eurobasket para España. Honestamente estamos perdiendo interés. Es que ni cierta desidia al inicio, ni el descanso pautado a Pau Gasol, ni tan siquiera que los rumanos intentaran hacer enloquecer el partido antes de la parada técnica. Nada. Llegó el tercer cuarto y de nuevo fue un monólogo. Con los buenos partidos que hay en los otros grupos, ver a España se está convirtiendo en algo casi narcótico. Incluso para los aficionados rumanos. Aplaudían las acciones de mérito de nuestro equipo, como rindiendo pleitesía a una selección que ha empezado el campeonato de fábula. Acertó Scariolo cuando puso dos bases en pista en el segundo parcial. Y brillantes han sumado los hermanos Hernangómez. La supremacía española bajo los aros fue expuesta de forma sobresaliente por Willy y Juancho. Estos chicos nos van a dar muchas alegrías.
Sirvió el tercer partido para superar la barrera de los 40 puntos de diferencia y comprobar si hoy contra Croacia, nuestra superioridad es tan brutal o es un espejismo. Porque el Montenegro/Croacia si fue un gran encuentro. Nuevos jugadores se sumaron ayer a la causa y da la impresión que el arsenal hispano es de dimensiones colosales.
¿Veremos hoy un partido igualado? ¿Es capaz Croacia de meternos miedo en el cuerpo? Porque después ya queda Hungría, hasta que nos subamos a la ruleta del todo o nada de los cruces. Espero que los croatas provoquen cierta incomodidad a España, porque si no habremos pasado 9 días esperando para ver algo interesante.
Alberto Blanco es asistente técnico del Lietuvos Rytas