Sobriedad y madurez

Alberto Blanco EN ZONA

DEPORTES

14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Supongo que es lo mejor de España hasta el momento. Estamos en la antesala de la final sin haber madurado un partido fantástico. Cada día hemos acertado en diferentes puntos, pero quizá aún falta una de esas actuaciones memorables.

Así que nos toca dar un concierto. Y debe ser ante Eslovenia. Extraordinario encuentro de los eslovenos en cuartos de final frente a Letonia. Me alegro de haber acertado en las previsiones de que los dos equipos nos harían disfrutar. Fue una oda al juego de ataque. Desbocados los letones -por momentos, incluso, hasta cierta locura-, tuvieron una réplica galáctica.

Para España jugar contra los eslovenos ofrece una lectura similar a la del encuentro frente a Alemania. Un base que acapara el juego por completo. En este caso, Goran Dragic y sus escuderos, los madridistas Luca Doncic y Randolph.

Empeoran en las rotaciones y sufren cierto bajón en esos momentos de protagonismo a la segunda unidad. Tienen un pívot duro atrás, Gaspar Vidmar, y procesan mucho juego sobre el pick and roll.

Tiene España la necesidad de seguir la ruta marcada. No formamos el conjunto más alegre ni somos los más descarados. Tampoco somos la excelencia defensiva, pero sin duda alguna, los de Scariolo ofrecen una regularidad y un control del ritmo de juego y lectura de partidos excepcionales. Incluso da la sensación de que este Eurobasket, con un cierto descanso entre partido y partido, nos viene que ni pintado.

Así que ojalá sigamos el camino hacia el oro dejando una nueva muesca en el caminar del mejor equipo de Europa en el siglo XXI. Diez semifinales consecutivas no son producto de la casualidad. Solo nos supera aquella memorable Unión Soviética del pasado.