La universidad murciana ya patrocina al oro olímpico, que valora su apego al Fluvial de Lugo para seguir en Galicia si recibe igualdad de condiciones
01 dic 2017 . Actualizado a las 11:41 h.El último campeón olímpico gallego puede pasar a competir por un club de Murcia. La UCAM, la poderosa Universidad Católica, con contratos con nadadoras como Mireia Belmonte y Teresa Perales, regatistas como Sofía Toro, taekuondistas como Joel González y ciclistas como Carlos Coloma, quiere incorporar al piragüista Cristian Toro a su equipo de cara al 2018. Con los fríos números de la oferta sobre la mesa, la decisión estaría tomada ya hace días, pero el atleta lucense nacido en Venezuela (Isla Margarita, 1992) lleva prácticamente toda su carrera deportiva en el Fluvial de Lugo y demora la respuesta definitiva. Porque el club del Miño agota todas las posibilidades para actualizar el contrato del campeón olímpico de Río 2016 en K2 200 y vigente plata mundial en K4 500 y K2 200.
«Yo soy muy del Fluvial, pero también tengo que pensar en mi carrera. Porque la vida deportiva de un piragüista es muy corta», razona Toro. En breve debe dar una respuesta definitiva a la oferta de Murcia, que demora a petición del también expalista Tito Valledor, máximo responsable del club lucense: «Aún no está tomada la decisión. El presi me pidió un tiempo, pero es difícil aguantar mucho más».
Toro dio sus primeras paladas en Viveiro con 11 años y a los «12 o 13» comenzó a entrenar en mejores condiciones en Lugo. Ya nunca cambió de club, ni siquiera cuando se marchó a entrenar primero a Madrid y luego a Trasona. De hecho, pese a su vinculación con la UCAM de los últimos años, ha seguido compitiendo con el club de Lugo.
Ahora Toro, de 25 años, va a empezar en la UCAM un plan de estudios adaptado a su condición de deportista de élite. «Hicieron un club interesante de piragüismo, que fichó a Saúl [Craviotto, el compañero con el que ganó el oro en Río] y más gente de nivel. Me han presentado una oferta muy buena, pero en igualdad de condiciones seguiría en Lugo», razona el piragüista.
El español más laureado en los Juegos, David Cal, trabaja en la UCAM desde poco después de retirarse, en el 2015, y está involucrado en el equipo de piragüismo.
En un lado de la balanza pesan las condiciones que ofrece a Toro la UCAM, y en el otro, su vínculo sentimental con el Fluvial, el recuerdo de sus tardes felices en el Miño, la posibilidad de seguir compartiendo equipo con palistas que le acompañaron desde crío, como Miguel Martínez Quiroga, uno de sus mejores amigos, y Marcos González. Con su club ganó varios campeonatos de España y cada año compite «en un mínimo de tres o cuatro pruebas con ellos». «El Flvuail es mi casa, mi familia y mis amigos», indica Toro, que participa desde hace tiempo en actos de la UCAM. Ya el pasado abril la Universidad Católica de Murcia y el Comité Olímpico Español anunciaron la asistencia del palista lucense al acto de presentación de su nuevo equipo de piragüismo junto a otros medallistas internacionales como Craviotto, Marcus Cooper y Paco Cubelos. Pero Toro no acudió, siguió en el Fluvial. Su permanencia está ahora en peligro.