Tercera derrota consecutiva del Club Deportivo Lugo. Un partido de fases. Los lucenses fueron muy superiores en la primera media hora dominando la pelota, creando ocasiones, sometiendo a la U.D. Almería y el rival apenas jugando en campo contrario.
Llegadas suficientes para marcar. Prácticamente, así fue durante toda la primera mitad, aunque Juan Muñoz contó con una clara ocasión después de un centro perfecto de Nano González. Una mayoría de la primera mitad donde se vio al Lugo activísimo que disfrutamos, sin casi excepción, desde la cuarta jornada en Albacete.
Francisco Rodríguez, en su enésimo ejemplo de coherencia, gestión de grupo y espíritu constructivo, decidió alinear como titular a Francisco Fydriszewski Polaco después del penalti fallado al estilo Panenka en la jornada previa. Un modo de motivarlo, darle una nueva oportunidad, levantarle del golpe psicológico y no castigarlo. Es el mismo Polaco que marcó un gol maravilloso lanzándolo en mismo estilo en Tarragona en Copa (desde donde el equipo comenzó a crecer) o marcando con calidad y pausa de penalti en el 0-2 parcial en Valladolid. Polaco no está ágil ni acertado en la finalización. Está destacando en la capacidad para generar, como en una opción que facilitó a Cristian Herrera anteayer en la primera mitad. Creó, por ejemplo, la jugada del 0-1 en Valladolid cayendo a banda o el 0-1 en Oviedo sacando de sitio al carrilero Josep María Mossa, espacio que atacó Fede Vico.
En el primer tramo de la segunda mitad, los lucenses fueron superados. Lejos de las sensaciones habituales y jugando mayoritariamente en campo propio a merced del rival.
Pero el equipo se recuperó, siguió buscando la portería contraria y creó ocasiones para adelantarse en el marcador. Si hay empate provisional, Francisco arriesga en pos del triunfo. Así se ganó en el Mini Estadi o Santo Domingo. En la sucesión de llegadas, Rubén Alcaraz escribió una obra de arte, prácticamente imposible para cualquier portero. Pero, pese a recibir gol en pleno minuto 90, los lucenses no se vinieron abajo y, segundos después de sacar de centro, crearon una jugada de peligro. Una dejada de Josete Malagón más propia de un delantero centro y dos rojiblancos (Nico Albarracín y Fede Vico) llegan al remate. Penalti. Fede lo dirigió a su lado de seguridad, al igual que en su gol de penalti ante el C.D. Tenerife tras provocarlo él mismo, y René Román acertó. Un Fede que aportó buenos centros durante el partido, creó juego entre líneas, dividió con peligro y se inventó una jugada talentosa y sorprendente para una ocasión de Nico con todavía 0-0.
Ahora toca seguir trabajando. No hay otra receta.