El exciclista Jan Ullrich detenido por agredir a una prostituta

Agencias

DEPORTES

GIAN EHRENZELLER

Hace apenas unos días fuera arrestado por intentar agredir en Mallorca al actor alemán Til Schweiger en su domicilio.

10 ago 2018 . Actualizado a las 18:28 h.

La caída a los infiernos de Jan Ullrich, único alemán en ganar el Tour de Francia, sumó otro episodio el viernes al ser arrestado por golpear a una prostituta, justo antes de iniciar su cura de desintoxicación.

Ullrich acababa de pasar la noche con la mujer. Según la fiscalía la golpeó y la estranguló. La víctima necesitó «atención médica», declaró la policía, que detuvo al exciclista de madrugada en un hotel de lujo de Fráncfort.

El exciclista, de 44 años, estaba «bajo los efectos del alcohol y de las drogas» en el momento de su arresto, precisó la fiscal Nadja Niesent, por lo que aún no prestó declaración.

«Hay una investigación abierta por intento de homicidio así como golpes y heridas peligrosas, pero la fiscalía no ve de momento indicaciones graves sobre un intento de homicidio (...) ni (por lo tanto) razones para mantenerlo detenido», agregó. Un juez debe decidir sobre ello este viernes.

En libertad provisional

Ullrich quedó este viernes en libertad tras haber agredido a una prostituta en un hotel de lujo de Fráncfort y mientras la Fiscalía prosigue la investigación por presunto intento de homicidio y lesiones físicas graves.

Fuentes judiciales indicaron que no se dan las circunstancias precisas para dictar su ingreso en prisión mientras prosigue la investigación sobre lo ocurrido. La mujer, de 31 años, ha ofrecido una detallada declaración de lo ocurrido, mientras que el exciclista, de 44 años, hasta ahora no se pronunciado.

De acuerdo con el canal informativo NTV y el popular diario «Bild», la detención se produjo en el hotel Villa Kennedy sobre las seis de la mañana, tras una fuerte discusión entre la mujer y Ullrich, aparentemente no «satisfecho» con los servicios sexuales recibidos.

La víctima tuvo que recibir atención médica, después de que Ullrich, bajo los efectos de drogas y alcohol, la tomara del cuello hasta casi estrangularla.

La agresión se ha producido tras el regreso a Alemania de Ullrich, en un jet privado procedente de Mallorca, dónde reside, aparentemente para recibir una terapia por su adicción al alcohol y las drogas, al reconocer que está atravesando problemas personales tras separarse de su mujer, Sara, y no haber visto a sus hijos desde la pasada semana santa.

El viernes pasado había sido detenido por la policía española por haberse metido por la fuerza en casa de su vecino, el actor y director alemán Til Schweiger, y haber provocado una pelea en su jardín.

Tras su liberación, declaró que quería empezar una cura de desintoxicación que le permitiría, entre otras cosas, volver a ver a sus tres hijos que están bajo custodia de la madre desde la separación de la pareja a finales de 2017.

Según la prensa alemana recibió la semana pasada el apoyo de su gran rival en el deporte, el estadounidense Lance Armstrong. Su arresto la semana pasada planteó la pregunta en Alemania sobre la difícil reconversión de los deportistas de alto nivel.

Durante su carrera «los atletas (...) vuelven casi a ser como niños, que no deciden nada por sí solos si no son prudentes», explicó en el diario Bild el psicólogo del deporte Matthias Herzog.

«Los deportistas deben encontrarse un nuevo objetivo. Antes, tenían claro lo que hacían y el objetivo. Pero ahora, necesitan nuevas actividades y dar un nuevo sentido a sus vidas. Si no lo encuentra, la caída comienza», agregó.

Gran ciclista, Ullrich tenía la carrera asegurada, pero su desempeño decepcionó. A pesar de su victoria en el Tour en 1997, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney en 2000, la Vuelta de España en 1999 y sus dos títulos de campeón del mundo contrarreloj (1999 y 2001), no pudo estar a la altura de lo que se esperaba de él. Cayó por su falta de constancia y finalmente por el dopaje.

Nativo de Rostock (norte) y formado en Alemania del Este, Ullrich se vio rápidamente superado por sus excesos. En 2002 fue suspendido seis meses por una noche de discoteca con mucho alcohol y éxtasis.

El último año de su carrera profesional, 2006, se convirtió en una pesadilla: su nombre apareció en la Operación Puerto, una red de dopaje para mejorar el rendimiento mediante transfusiones sanguíneas organizada por el médico español Eufemiano Fuentes.

Quedó fuera del equipo la víspera de que comenzara el Tour de Francia. En febrero de 2007 anunció su retiro. Un año después el Tribunal arbitral del deporte expresó su convencimiento de que se había dopado y anuló todos sus resultados obtenidos luego de mayo de 2005. En 2013, luego de años de negarlo, reconoció finalmente que se dopó.