Su llegada al banquillo del primer equipo confirma la apuesta del club por la gente de la Escuela del Vigo Rugby
22 ago 2018 . Actualizado a las 05:05 h.Cuando la necesidad aprieta, nada como recurrir a la gente de la casa. Adrián Lago (Vigo, 1980) asume el puesto de entrenador del primer equipo del Vigo Rugby tras tres años en el filial. Antes, recorrió todas las categorías inferiores como jugador y entrenador, siendo uno de los mejores ejemplos del proyecto de cantera del club, limitado económicamente y que busca crecer tras la llegada a la presidencia del también exjugador Xoán Martínez.
¿Cómo llega a entrenador del primer equipo?
Llevaba tres años con el filial de Regional y antes había estado en todas las categorías inferiores desde que dejé de jugar.
¿Afronta usted solo este reto?
No, soy el encargado de la dirección deportiva del cuerpo técnico. Me acompañan como jugadores-entrenadores Adolfo Uruburu en la preparación física «Maca» con los delanteros y Carlos de Cabo con la línea. Cada uno se encarga de una parte y yo coordino.
Han comenzado ya los entrenamientos. ¿Hay muchos cambios respecto al año pasado?
Tenemos la suerte de mantener el bloque del año pasado, incluso suben uno o dos jugadores del segundo equipo. Podría llegar algún fichaje aún pero no está nada claro.
«De las 25 fichas del primer equipo, 17 son de Vigo. Ahora hay que formar a los entrenadores»
No es habitual que hagan fichajes.
Si puedes traer jugadores de fuera que te aporten, estupendo. Pero para ello necesitas permitírtelo económicamente.
Eso influye directamente en su política de cantera.
Exacto, llevamos varios años en esa tendencia. De los 25 jugadores del primer equipo, 17 son de Vigo o su área. Y el resto la mayoría son de la provincia de Pontevedra.
¿Van a mantener esta política?
El objetivo pasa por aumentar el nivel de formación de los entrenadores de la base mediante charlas. Ahí está la clave para mejorar el nivel de los jugadores.
¿Confían entonces en este bloque?
Sí, porque la mitad de ellos ya han jugado en División de Honor que es la máxima categoría, y el resto ya llevan casi tres años en Honor B. Es un equipo experimentado.
El nuevo presidente, Xoán Martínez, incidía en que este año el objetivo es sufrir menos e incluso empezar a crecer.
Hay que trabajar todo lo posible, semana a semana. El objetivo primordial es salvarse.
¿En qué aspectos debe mejorar el equipo en concreto?
La asignatura pendiente ganar más partidos fuera de casa, o al menos sacar más tantos.
El 16 de septiembre inician la liga en casa contra el Ourense. ¿Tienen ya previsto algún enfrentamiento para esta pretemporada?
Falta algún fleco por cerrar, pero el día 1 jugaríamos un triangular en Ourense los tres equipos gallegos de la división, sumando al CRAT de Coruña. Como mucho luego jugaríamos contra algún equipo de regional.
Su padre es un histórico del club desde su fundación.
Yo tengo 38 años y el club 30, recuerdo venir de pequeño de su mano a ver los partidos. Gracias a él llegué a esto, es algo especial.
¿Supone mucha presión?
No, es más un orgullo. No hay nada más, aparte de lo que me pueda ayudar o lleguemos a discutir (risas).
¿Qué cree que significa el haber llegado hasta aquí tras tantos años en el club?
Es la culminación de una etapa. Cuando dejé de jugar escogí el camino de entrenador, aunque no me esperaba llegar hasta aquí.
¿Qué le anima a seguir?
En los deportes minoritarios siempre buscas seguir vinculado, por todo el ambiente y los amigos que haces. Esto de ta más de lo que le aportas tú.
¿Se ve en otro puesto?
Desde luego soy mejor entrenador que directivo. De momento los jugadores me aguantan y quiero cumplir mi etapa aquí.