La contundente victoria de Garbiñe ante la china Zhang, no cabe duda que refuerza la confianza de Muguruza de cara a sus posibilidades en este US Open.
Primero por ganar con claridad a una difícil rival con la que estaba empatada a una victoria en sus enfrentamientos particulares, y en la que los dos partidos jugados se habían resuelto en 3 disputados sets. Segundo, porque fue de menos a más, acabando el encuentro mucho mejor de lo que lo empezó. Y es que la confrontación entre la china y la hispano-venezolana tuvo dos fases totalmente diferenciadas. Hasta el 4-3 para Garbiñe, la igualdad fue la nota predominante con un juego de pocos peloteos, en las que ambas jugadoras alternaron golpes ganadores con errores no forzados. A partir de ese momento hubo, en mi opinión, un hecho determinante: Garbiñe desarboló con reveses paralelos a la china, que viéndose superada trató de cambiar su juego cargando el juego sobre el drive de Muguruza. La española, mucho más segura que en los comienzos del partido, redujo considerablemente sus errores, y Zhang desordenada en su táctica inicial, fue diluyéndose a la vez que el tenis de Garbiñe recordaba el de sus mejores victorias.
Como decíamos al principio, excelente debut de una jugadora que tiene unas excepcionales condiciones. Comentábamos hace un par de años que debería mejorar su confianza en su juego de red para aprovechar su potencia de fondo. Quizás le siga faltando esa faceta en su tenis, pero tiene potencial suficiente como ya lo ha demostrado con sus victorias en Paris y Wimbledon, que si está con confianza es capaz de todo.
Ayer dio un primer paso importante, sobretodo por la forma en que resolvió la papeleta ante una difícil rival. Por su lado del cuadro, Simona Halep ha caído, demostrando una vez más la igualdad e inestabilidad que impera en el circuito femenino. Equilibrio en su cabeza es lo que necesita Garbiñe para poder aspirar a ganar su tercer grand slam. De momento, para conseguirlo, tendría que ganar seis partidos más. Si juega con la solvencia del primero, podemos soñar.