Un despliegue de 650.000 euros de dinero público para controlar a los «barras bravas», que intentan evitar el control de fronteras para acudir a la final de la Copa Libertadores
07 dic 2018 . Actualizado a las 21:35 h.La Policía Nacional no se había hecho ilusiones. Sabía que una nutrida representación de los hinchas más violentos del River Plate y del Boca Juniors iba a lograr llegar a Madrid a pesar de los filtros y los controles. Al final, según las estimaciones de los servicios de Información, mañana en Madrid habrá entre 200 y 300 barras bravas por cada uno de los de los dos equipos que disputarán el título de la Copa Libertadores.
Un número que las fuerzas de seguridad consideran preocupante, aunque no es mucho mayor al de hinchas radicales que pueden darse cita en una final de una competición europea, si bien (y a diferencia de lo que ocurre con los partidos continentales) la Policía no conoce demasiado el modus operandi de estas peñas ultras, aunque tampoco los radicales saben de las tácticas de la policía española ni conocen el terreno.
Al final, según revelaron este viernes fuentes del operativo, solo 6.000 de las 80.000 entradas del Bernabéu se han vendido en Argentina a los dos clubes. Un porcentaje «muy pequeño» que hará «sin duda más difícil» el control de las dos hinchadas. La gran mayoría de los billetes para el partido se ha despachado por Internet, lo que implica que los poseedores de esas entradas (que no serán nominales) no llegarán a la ciudad en comitivas oficiales y controladas.
Además, los expertos de Extranjería y de Información han detectado vuelos a capitales europeas y a otras ciudades españolas (con escala en ciudades europeas o incluso marroquíes) para evitar los controles en el aeropuerto de Barajas.
Todavía no se sabe quién pagará la factura de seguridad. Según el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, sólo el coste de la operación CABA para la Policía Nacional supondrá unos 650.000 euros, unas estimaciones «a la baja», según muchos expertos del cuerpo.
Tras la última reunión de coordinación del dispositivo de seguridad montado contrarreloj en poco más de una semana, se anunció que la Policía Nacional movilizará 2.054 funcionarios, de ellos la mitad procedentes de fuera de Madrid. El grueso de esta operación CABA (acrónimo de Ciudad Autónoma de Buenos Aires) correrá a cargo de 28 grupos de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios), que destinará a la protección de la final más de 1.300 funcionarios, a los que se sumarán unidades de Caballería, Subsuelo, servicios de Información, Seguridad Ciudadana, Tedax, Unidades Caninas o medios aéreos. El Real Madrid ha contratado 1.700 vigilantes de seguridad privados para el Santiago Bernabéu.
La mayor preocupación de Interior se centra ahora en las celebraciones del vencedor del partido ya llegada la noche y sin posibilidad de controlar ni el consumo de alcohol ni a los hinchas que compraron por libre sus entradas. De hecho, la Delegación del Gobierno modificó su idea inicial de que los seguidores del River celebraran en Cibeles y los del Boca en Neptuno, a apenas a 350 metros. Al final, los del River deberán ir a la Puerta del Sol, y los del Boca a la Plaza de Colón, a casi dos kilómetros de distancia.