Así fue la expulsión de Sergio García: «Lo que has hecho es inaceptable»

Juan Luis Guillén / Efe KING ABDULLAH ECONOMIC CITY (ARABIA SAUDÍ)

DEPORTES

Gonzalo Fernández Castaño y otros españoles relatan la descalificación del jugador en Arabia Saudí

04 feb 2019 . Actualizado a las 18:23 h.

En los capítulos que llevaron en la descalificación sin precedentes de Sergio García en el primer torneo del circuito europeo en Arabia Saudí aparecen varios personajes españoles, desde los cadis que llamaron a los oficiales de reglas para quejarse del daño en los «greenes» hasta el árbitro que tomó las fotos de los daños, pasando por los jugadores que regañaron al ganador del Masters de 2017.

«A veces pierdes la cabeza y luego te das cuenta de los que has hecho», dijo Sergio García durante una entrevistas un par de horas después de su descalificación por maltratar intencionalmente los «greenes» durante la tercera ronda del Saudi International en el Royal Greens Golf and Country Club, un nuevo recorrido a orillas del Mar Rojo dentro del moderno complejo de la King Abdullah Economic City. Tan solo unas horas antes, sus compatriotas Jorge Campillo y Borja Simó, su cadi, que estaban jugando dos grupos por detrás de García y el italiano Renato Paratore, llamaron a los oficiales de reglas cuando constataron el daño aparentemente intencional en varios «greenes».

«Sabíamos que nos podía perjudicar tanto a nosotros como a los compañeros que venían por detrás», dijo Simó. «A todos nos puede pasar una vez, pero varias veces no es normal», agregó Campillo. A los pocos minutos, el árbitro español Federico Paez revisó los daños, tomó fotos de varios «greenes» y puso en marcha las deliberaciones que condujeron a la primer aplicación de la corta historia de la nueva regla 1.2a, que abarca la mala conducta grave, y su interpretación, que incluye entre los ejemplos específicos «causar deliberadamente daño a un green».

Pero la decisión no fue inmediata y se postergó hasta casi la conclusión de la tercera ronda. Mientras tanto, el cadi español Javier Erviti, que llevaba la bolsa de Paratore, fue testigo directo del desahogo de la frustración de Sergio García. «Estamos acostumbrados al carácter porque somos latinos, pero nos dio la sensación de que era un cabreo demasiado exagerado», dijo Erviti, que andaba más pendiente de su jugador, aunque vio una marca de arrastre en el «green» del hoyo 5 y empezó sentirse mal por su colega Víctor García, el hermano y cadi de Sergio.

Al final de la ronda, David Phillips, el director del torneo, armado con una tableta electrónica, esperaba a García al lado del lugar donde se entregan las tarjetas de resultados. Revisaron las fotos y entablaron una conversación para determinar los hechos y la posible sanción.

A continuación llegó Gonzalo Fernández Castaño, que venía cinco grupos detrás y sospechaba que García había causado los daños. «Al terminar, lo primero que hice fue buscar a Sergio y hablar con él y decirle que lo que había hecho era inaceptable. Se lo dije porque es un buen amigo y los amigos tienen que estar ahí para dar consejo y ayudar en malos momentos», dijo el madrileño, que aconsejó a su compatriota que pidiera disculpas y asumiera la responsabilidad.

Y finalmente, las reuniones y las deliberaciones con el European Tour culminaron en una declaración oficial de García: «Respeto la decisión de mi descalificación. Como fruto de las frustración he dañado un par de greenes y pido disculpas por ello. He informado a mis compañeros de que nunca volverá a ocurrir».

Dos horas más tarde, sentados en la habitación del hotel, un Sergio García más calmado reflexionó sobre su conducta. «Lo de esta semana no es algo que me enorgullezca. Todos somos humanos y todos cometemos errores, lo importante es intentar aprender de ellos. El error es no aprender de los errores», dijo el golfista castellonense antes de transmitir sus disculpas y despedirse de sus anfitriones, los responsables de la Federación Saudí de Golf.

Sus compatriotas ya habían aceptado sus disculpas. «Dentro de lo que cabe, Sergio estuvo a la altura, se disculpó y asumió su castigo», dijo Fernández Castaño. «No supo controlar su temperamento, lo descalificaron, aceptó la multa y pidió disculpas. Creo que ha hecho lo adecuado al final», resumió Campillo.

Y el European Tour sólo quiere cerrar el caso. «El incidente se acabó. Nos hemos ocupado del tema. Sergio ha pedido disculpas a los jugadores y es hora de seguir adelante», dijo Keith Pelley, director ejecutivo del circuito, que ya ha tenido que lidiar con la controversia en torno a la celebración de un torneo en un país bajo la lupa.

Paradójicamente, la nueva demostración desafortunada de pasión española de Sergio García se ha hecho con los titulares y, de algún modo, ha ayudado a distraer la atención de los recientes acontecimientos políticos en Arabia Saudí y mejorar la imagen del primer Saudi International de una manera que nunca habrían imaginado los organizadores.