Hlinason: «A mi primer partido fui en moto de nieve»

DEPORTES

Al techo del Obradoiro no le importaría volver a su vida en la granja después del baloncesto

11 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Se imagina el lector viviendo en una granja en mitad de la naturaleza, a menudo entre nevadas copiosas, sin ningún vecino en un radio de nueve kilómetros, con el supermercado más cercano a hora y cuarto de camino en coche? Así era la vida de Tryggvi Hlinason en su Islandia natal. Y así seguiría, muy probablemente, de no ser porque sus 216 centímetros de estatura lo llevaron al universo del baloncesto profesional. El Valencia lo reclutó y esta temporada juega en calidad de cedido en Sar. Cuando se acabe para él el deporte de la canasta, no le importaría recuperar la vida de su niñez y su adolescencia.

-¿Tiene estudios de electricidad porque escogió esa especialidad entendiendo que era lo más útil para la granja?

-Sí, así es. En nuestra casa en Islandia necesitamos producir nuestra propia electricidad. Es algo muy importante para nosotros. Mi padre es un manitas, pero en ese campo no tenía tanto control.

-¿Iba en moto de nieve a los entrenamientos?

-Normalmente no, pero alguna vez no había otra alternativa. En mi primer partido, no podían llegar para recogerme y tuve que hacer quince kilómetros en moto de nieve.

-En Islandia hay algo más de 330.000 habitantes. ¿Es usted el más alto?

-No, hay alguno más alto, pero debo estar entre los seis u ocho de más estatura.

-¿No le tiraba más el balonmano, un deporte con más seguimiento en su país?

-En Islandia el seguimiento de un deporte depende mucho de cómo le va a la selección. Hubo una época para el baloncesto, otra para el balonmano, ahora manda el fútbol...

-Hoy el termómetro marca siete grados y lo veo en mangas de camisa. Casi parece acalorado. ¿Algún día ha sentido frío en Compostela?

-No. En Islandia, cuando iba a entrenar por la mañana, antes de la escuela, había días de quince grados bajo cero y nieve. Y hace mucho más viento. Ni el paraguas te protege de la nieve. Aquí el clima es mucho más tranquilo.

-En Valencia debió sufrir con el calor.

-Los primeros días, con más de treinta grados, eran una tortura para mí. Prefiero ?25 grados que más de 30. Me gusta más el frío que el calor.

-¿Qué costumbre le ha sorprendido más aquí, por ser todo muy diferente a su país?

-Aquí la gente va a otro ritmo. Por ejemplo, en Islandia, la comida puede ocupar una hora, como máximo. Aquí... Una vez estuvimos seis horas.

-¿Moncho Fernández es tan vehemente como se ve en los tiempos muertos? ¿Chilla tanto a diario?

-No. A veces es necesario para no perder la atención.

-¿Quién sabe más historia, él o usted?

-Él, seguro. Me encanta la historia, pero él sabe más. Tiene más historia en la cabeza. Me gusta leer cosas de historia. Moncho tiene mucha más memoria para nombres y fechas.

-Por el Obradoiro han pasado pívots como Maxi Kleber, Salah Mejri o Mike Muscala, que ahora están en la NBA. ¿Es esa su gran meta?

-Sí, es un gran desafío para mí, pero sé que es muy difícil llegar. Hay que ir paso a paso.

-¿Ve partidos de NBA en casa?

-Normalmente no, porque la mayoría de las veces son por la noche y no coinciden bien los horarios. Es muy importante dormir ocho o nueve horas.

-Si tuviese que escoger a algún pívot de la NBA, ¿a quién o quiénes elegiría?

-Probablemente los de Europa. Son diferentes a los americanos. Los americanos son más atléticos. Marc Gasol, Joakim Noah, Porzingis, Steven Adams...

-¿De la Liga Endesa ve más partidos?

-Sí, me gusta seguir a nuestros rivales y los partidos del Valencia.

-¿Con qué baloncesto se queda?

-Me gusta más el de aquí. En España es más importante la cabeza que el físico. En la NBA muchas veces hay dos, tres o cuatro jugadores muy importantes y el resto cuentan mucho menos. Que un solo jugador pueda hacer setenta puntos o coger veinte rebotes en un solo partido... En la ACB hay más juego de equipo.

Aunque por estatura y soltura para hablar de cualquier asunto no lo parece, lo cierto es que Tryggvi Hlinason tiene solo 21 años.

-Al tiempo que proliferan los populismos y los reproches, en Islandia la izquierda y la derecha son capaces de entenderse. ¿Cómo explica esa excepción?

-Islandia es un país más tranquilo que otros. El presidente no tiene tanto poder. Muchas decisiones se toman a través de asambleas

-¿Trump u Obama?

-Fácil. Obama.

-¿Con qué personaje histórico le gustaría mantener una charla?

-Con Alejandro Magno. Me encantaría poder conocer su mentalidad para conseguir todo lo que logró.

-¿Qué le saca de quicio?

-Soy un tipo tranquilo. No me gusta que hablen mal de mis compañeros. Y tampoco si no se esfuerzan.

-¿Cuándo acabe el baloncesto le gustaría...?

-Tener una granja pequeña, más como hobby. Sería perfecto, sobre todo si tengo hijos.

-¿Le gusta leer?

-Sí, aunque llevo tiempo sin leer un libro.

-¿Uno que recomiende?

-Un autor, Ely Freisson. Escribe literatura fantástica, pero con unas descripciones muy realistas. Deja mucho espacio para la imaginación.

-¿Una comida de aquí?

-El pulpo.

-¿Y de Islandia?

-Cualquier cosa cocinada por mi madre.

-¿Dicen bien su nombre?

-El que más se acerca es Moncho. Me suelen llamar Trigui o Trig.