La leyenda de Schumacher revive con su hijo Mick

DEPORTES

Zsolt Czegledi

AutomovilismoGanó su primera carrera de fórmula 2 con solo veinte años

04 ago 2019 . Actualizado a las 22:38 h.

Vuelve el alma del campeón más grande de todos los tiempos, reencarnada en el cuerpo de su hijo. Un Schumacher dio el primer paso para imponer su ley en la categoría previa a la fórmula 1, trayendo a la memoria a Michael, la gran leyenda del automovilismo. Mick, único hijo del siete veces ganador del Mundial (además, tiene una hija: Gina), se adjudicó su primera carrera de fórmula 2, defendiendo con maestría su pole position en el Gran Premio de Hungría.

Lo hizo para la escudería Prema Racing, pero Mick Schumacher es, desde el año pasado (en el que se proclamó campeón de la fórmula 3), piloto de pruebas de Ferrari y Alfa Romeo en la fórmula 1. Su destino parece claro. No podría ser de otra manera, aunque el drama familiar que vive desde el accidente de esquí sufrido por su padre en el año en las Navidades del 2013, y del que Mick fue el único testigo, sembró dudas sobre la actitud que tomaría aquel niño sobre un deportes de alto riesgo como el que ahora practica y que arraigó hondo en su familia (su tío Ralf ganó siete grandes premios en la máxima categoría).

Mick se impuso en la carrera corta del circuito de Hungaroring (28 vueltas, para un total de 122 kilómetros) con una ventaja de un segundo y cuatro décimas sobre el japonés Nobuharu Matsushita (Carlin), que no cesó de atacar, poniendo a prueba el temple del Schumacher emergente, que ya había sido cuarto en el Red Bull Ring de Spielberg (Austria), a finales de junio.

«Es grandioso, no fue fácil», dijo, sabiendo que lo que no será sencillo para él será soportar la presión que le viene encima a partir de este momento. De hecho, se apresuró a advertir: «El tiempo dirá cuándo asciendo a la fórmula 1, si será el año que viene o en dos o tres... no lo sé». Por el momento, ya se subió al histórico Ferrari F2004 con el que su padre ganó su séptimo Mundial y la experiencia fue impactante.

Con su ingreso en la Ferrari Driver Academy, la Scuderia y los Schumacher cerraban un ciclo de veintitrés años sin presencia de ese apellido en la casa del cavallino rampante. Además, la marca italiana ganaba el pulso a Mercedes por hacerse con los servicios de una de las perlas del automovilismo mundial (que, por cierto, ya en aquel momento, descartó ascender a la fórmula 1 para participar en el campeonato del escalón anterior, dejando clara la planificación de su carrera profesional). Echando la vista atrás, puede que ir paso a paso le haya venido bien al más joven de los Schumacher, al que le brindaron uno de los mejores coches de la parrilla. Hasta el momento, sus resultados habían sido discretos, pero la victoria podría catapultarle.