Medvedev provoca la ira del público en Nueva York con una peineta

efe

DEPORTES

El tenista ruso jugó un gran tenis ante el español Feliciano López pero demostró mala educación con una peineta a los aficionados en la tercera ronda del US Open

31 ago 2019 . Actualizado a las 15:23 h.

El tenista ruso Daniil Medvedev provocó la ira de la multitud de Nueva York el viernes por la noche con dos acciones de mala educación y un gesto obsceno furtivo durante su partido de tercera ronda contra el español Feliciano López, que cerró la quinta jornada del Abierto de Estados Unidos.

Pero al final también fue el jugador que hizo el mejor tenis de la quinta jornada con un gran partido que disputó frente a un López, quien a sus 37 años, por momento mostró la «magia» y la «elegancia» de sus golpes.

Medvedev, con sus acciones poco educadas, se buscó, en los aficionados neoyorquinos, un enemigo durante todo el partido, que duró tres horas y 19 minutos, pero que al final ganó en cuatro sets, por 7-6 (1), 4-6, 7-6 (9) y 6-4.

El triunfo también le permitió seguir enfrentándose con el público al que provocó a los abucheadores el pedirles que siguiesen, mientras se ponía la mano en el oído, en señal de que no era suficiente.

Medvedev, el quinto sembrado, recibió una violación del código con el primer set empatado 5-5 del partido que se disputó en la pista Louis Armstrong Stadium cuando enojado arrebató la toalla de las manos de un recogepelotas, la arrojó a un lado y miró al hombre.

Cuando la violación del código fue anunciada por el juez de silla Damien Dumusois, Medvedev, de 23 años, lanzó su raqueta contra el suelo en señal de frustración, aunque no recibió más castigo por esa infracción. Los seguidores lo dejaron que se expresase, pero lo que realmente hizo que la multitud se pusiera en su contra fue cuando pasó el dedo medio a un lado de su cabeza mientras caminaba.

 

Estaba fuera de la vista del juez de silla, pero fue capturado en vivo por la televisión y mostrado en repetición en el estadio. Dumusois indicó que no pudo castigar a Medvedev por el gesto porque solo lo había visto en la repetición.

Medvedev ganó el primer set, pero López ganó el segundo. Medvedev ganó el tercero y recibió algunos aplausos por un gran golpe de derecha en el punto que lo decidió.

El tenista ruso pudo sobrevivir a nada menos que 85 subidas a la red de López con las que ganó 60 puntos, que tuvieron la respuesta por parte de Medvedev con 55 golpes ganadores y 27 aces.

Después de concluir el partido y llevarse el triunfo, que ponía el empate a 1-1 en los duelos entre ambos tenistas, que le permitió avanzar a la cuarta ronda y enfrentarse al alemán Dominik Koepfer, Medvedev estrechó la mano del árbitro de silla, luego volvió a la pista y saludó a la multitud. Lo hizo para invitar a los aficionados a que reaccionasen, mientras se llevaba la mano a la oreja, en señal de que quería escuchar más. El drama fue palpable en Armstrong y la multitud de Nueva York se mantuvo firmemente detrás de López a medida que avanzaba el partido.

El enfrentamiento alcanzó su punto máximo cuando Medvedev respondió a la reacción de los aficionados en su entrevista en la cancha solo unos momentos después de sellar la victoria.

«Quiero que todos sepan que cuando duerman esta noche, gané gracias a ustedes», declaró Medvedev mientras levantaba los brazos y señalaba a la multitud. «La energía que me dieron. Cuanto más haces esto, más gano».

Medvedec, que juega su tercer Abierto de Estados Unidos, seguro que será aconsejado por sus manejadores que no se busque distracciones de este tipo y más ante un público tan exigente y que no hace concesiones a «nadie», ni a las estrellas.

El tenista ruso, al margen de sus gestos de mala educación, en la pista dura del Louis Armstrong demostró encontrarse en un gran momento de forma y el pasar a la segunda semana le da el derecho a ser incluido en la lista de los favoritos a luchar por el título junto con el serbio Novak Djokovic, primer cabeza de serie y campeón defensor, a quien tendrá de rival en los cuartos de final si ambos superan sus respectivos partidos de octavos.