Inglaterra-Sudáfrica. 2 de noviembre del 2019. Fuerte defensa con placajes duros pero seguros, juego de estrategias con mucho pie para enfrentarse en campo contrario, encuentros exigentes físicamente gracias a la presión e invasión en cada contacto, luchas preciosas en cada agrupamiento, manteniendo el balón vivo con habilidades sorprendentes y, todo ello, impulsado por un grado superior de concentración. En otros deportes saltarían chispas si unimos tantos condicionantes como los que se verán en esta final, no obstante al ser de rugbi dará una lección deportiva empapándola con sus Valores: toda la parte de juego con pasión y superación, dentro de una disciplina ordenada, el convertir cada momento en integridad ejemplar y en respeto sin igual entre jugadores, rivales y árbitros. ¿Cuándo imitarán estos valores los otros deportes? Ya va siendo hora de tomar a este noble deporte del rugby como lo que es: ¡un valor mundial!
Entonces, ¿por qué seguimos tratando al rugbi como un juego violento en nuestra sociedad? Seguramente porque no tiene la visibilidad que se merece (no sale en medios de comunicación), porque no se experimenta en edades escolares (no se programa en centros educativos), porque se le estereotipa sin darle ninguna oportunidad de conocerlo (no se abre la mente de la sociedad) y porque somos analfabetos deportivos (mayoritariamente se sigue solo ese único deporte que nos meten por los ojos). Claramente toca placar para mejorar este trato hacia el rugbi.
Hay que aprovechar para ver este espectáculo en TV, desayunando mañana sábado. Sin embargo no nos quedemos solo con estos eventos puntuales. Animémonos también a acudir a los campos para sentir este ambiente en directo. Tenemos una oportunidad de oro la semana próxima: la Copa Ibérica en A Coruña del CRAT Rialta contra el SCP Portugal, las campeonas de las ligas española y portuguesa de la pasada edición. No nos perdamos estos momentazos que nos regala el rugbi y aprendamos de él.
