Uli Hoeness lleva 10 años siendo el presidente del Bayern de Múnich. Una década, menos el ratito que estuvo en la cárcel por fraude fiscal antes de volver. Se habla mucho de De Laurentiis y sus métodos. El presidente del Nápoles tiene toda la cara de ordenar asesinar fiscales, pero siendo napolitano supongo que hay un porcentaje de sugestión inconsciente.
Hoeness es alemán, que tienen mejor márketing y además les suelen salir coloretes con los años que los hacen parecer más majos, pero pueden ser tan hipócritas o más que los italianos, los españoles o los fariseos. E igual de chorizos.
Chorizos y salchichas, vendía el padre de Hoeness en Núremberg. Señor y señora Hoeness tuvieron dos hijos que les salieron futbolistas. Uli y Dieter. Uli jugó casi toda su carrera en el Bayern. A su hermano lo fichó el Stuttgart. El Bayern lo contrataría también cuando su hermano mayor dejó el equipo.
Dieter era delantero y Ui extremo y los dos eran buenísimos. Pero Uli ganó más. Mundial, Eurocopa, Copas de Europa, Ligas... Palmarés que le convirtió en leyenda y que provocó también que ahora se crea el rey del mambo.
Ganó crédito también al ser el único superviviente de un accidente de avioneta cuando viajaba a Hannover para ver un partido de la selección. Su gran mérito en esa hazaña fue estar dormido cuando se la pegaron y lograr salir por su propio pie del artefacto. Lo encontró un guardabosques que aseguró que se encontraba bastante desorientado, algo comprensible por otra parte. Una aparición estelar por el medio del bosque a lo señor Burns.
Ahora, como presidente y rey del mambo, tiene su batallita particular con el seleccionador alemán. El pasado marzo, Low decidió que no iba a convocar más a Müller, Hummels y Boateng. Y estalló el conflicto. Luego Ter Stegen se empezó a salir, y Hoeness advirtió que Neuer era el titular sí o sí y que como chupase banquillo igual se acababa eso de prestar jugadores a la selección.
Neuer era su protegido y ahora el meta, lógicamente, se niega a ceder minutos a Nübel, fichaje para el próximo curso, estropeando la transición dulce que tenía en mente Uli. «No hay amigos en el trabajo, nuestra amistad esta fundada en los negocios», decía Vito Corleone. ¿Cómo se dirá en alemán?