Hindley gana en el Stelvio y Kelderman le quita la «maglia» rosa a Almeida

la voz

DEPORTES

El ciclista español Pello Bilbao del Bahrain fue tercero en la etapa y es cuarto en la general a 1:19 del neerlandés

22 oct 2020 . Actualizado a las 17:51 h.

El australiano Jai Hindley (Sunweb) logró la victoria en la decimoctava etapa del Giro de Italia, de 207 kilómetros y con el puerto del Stelvio como protagonista, en la que el portugués João Almeida se hundió y cedió el liderato al neerlandés Wilco Kelderman.

El Stelvio, el Tourmalet del Giro por su historia y leyenda, se presentaba como el principal punto de batalla para intentar dar un golpe de timón a la ronda italiana y su dureza hizo estragos en una etapa que dio un vuelco a la general.

Comenzó con buen ritmo, con el portugués Rubén Guerreiro y el australiano Ben O'Connor como principales animadores en busca de una fuga que sirvió para hacer una primera selección de 45 corredores.

Los continuos intentos de ataque en ese grupo cristalizaron después en otra fuga más selectiva, de diez corredores, en la que se coló el español Dani Navarro, que llegó a sacar un minuto al pelotón junto a sus compañeros de rodaje.

Para la subida del Passo Castrin, puerto de primera categoría, se unieron a ese grupo otros cinco corredores, entre los que estaban Sergio Samitier y Antonio Pedrero, aunque fue el belga De Gendt el que se llevó los cuarenta puntos para la general de la montaña.

Tras reducir un poco la diferencia en la bajada, los quince fugados ampliaron su ventaja hasta los cuatro minutos con un espléndido trabajo en grupo sin que ninguno de sus integrantes buscara nuevos ataques.

Al unísono y con ritmo uniforme iniciaron la subida al Stelvio los quince fugados. Por delante, 24,8 kilómetros de subida al 7,5% de pendiente media coronados a 2.758 metros por carreteras rodeadas de nieve. El Movistar agitó la carrera con tres corredores (Samitier, Cataldo y Pedrero) tirando del grupo en la subida, aunque el italiano cedió pronto.

Del grupo de cabeza salió con fuerza O'Connor, ganador la jornada anterior en Madonna di Campiglio, que llegó a meter un minuto en las rampas del Stelvio a los perseguidores, que cada vez fueron más una vez que fueron neutralizados los fugados.

Las fuerzas de O'Connor para ir en solitario se acabaron a falta de 45 kilómetros para meta. Fue entonces cuando el neerlandés Wilco Kelderman (Sunweb) vio la oportunidad de medir sus opciones reales de intentar asaltar el liderato y tiró hacia adelante aprovechando el sufrimiento de João Almeida, aunque poco después se dio cuenta de que el australiano Jai Hindley y el británico Tao Geogheghan también querían su parte de gloria.

El Stelvio lo coronaron Hindley (Sunweb) y Geogheghan (Ineos) con 50 segundos de ventaja sobre Kelderman y 3:37 sobre Almeida, que empezó a sentir el peso de perder la maglia rosa.

A los diez últimos kilómetros llegaron en cabeza Hindley y Geogheghan, que tuvo el inestimable apoyo de su compatriota Rohan Dennis hasta que le fallaron las fuerzas. Por detrás, el español Pello Bilbao (Bahrain McLaren) tiró de orgullo para intentar alcanzar a los escapados, aunque fue imposible.

Hindley le ganó la partida al esprint a Geogheghan, que se sube al tercer cajón del podio, y se quedó a solo 12 segundos de la maglia rosa que se enfundó Kelderman, su compañero de equipo. Cuarto queda Pello Bilbao a 1:19, justo un puesto por encima de João Almeida, que se desmoronó en la etapa y entró en meta, cabizbajo, a 4:51.

La etapa más larga del Giro, última oportunidad para los velocistas

La decimonovena etapa del Giro, entre Morbegno y Asti, de 251 kilómetros, es la más larga de la presente edición y ofrece este viernes un maratón llano propicio para los velocistas, que tendrán la última oportunidad para lucirse al esprint.

El interminable recorrido no tiene dificultad alguna de montaña, por lo que los únicos alicientes serán los esprints intermedios de Vigevano (Km 146) y el de Masio en el 232.

Desde Morbegno el pelotón irá al lago de Como, donde la carretera se estrechará durante todo el tramo a lo largo de la orilla hasta la localidad del mismo nombre

Después de Como la ruta toma el valle del Po hasta llegar a Casale Monferrato por carreteras anchas y rectas donde el peligro puede estar en los numerosos obstáculos urbanos, como rotondas, baches y divisiones de tráfico en los cruces de la ciudad.

El único pequeño ascenso, no puntuable, será el de la Abadía de Masio, antes de afrontar los últimos kilómetros absolutamente planos.