Barça y Real Madrid se miden en un Camp Nou vacío sin seducir con su fútbol y tras sendas derrotas ligueras, aunque con más señales de evolución en los azulgranas
24 oct 2020 . Actualizado a las 20:32 h.El primer clásico de la Liga 2020-21 ya está aquí, quizás demasiado pronto para dos equipos que acabaron la pasada temporada de forma muy distinta en cuanto a títulos, pero con un fútbol similar en lo vulgar. Al Real Madrid le bastó para ganar la ficticia Liga del post-confinamiento y retrasó la toma decisiones, como siempre sucede cuando un trofeo lo tapa todo. El Barça, en cambio, tocó fondo a todos los niveles y se vio obligado a reaccionar con la llegada de Ronald Koeman al banquillo, modificaciones importantes en una plantilla rejuvenecida y medidas no siempre populares. Llegado este punto, los dos grandes del fútbol español siguen pareciéndose mucho, tanto que perdieron en la última jornada: ante el Cádiz, los blancos, y el Getafe, los azulgranas. Pero en el conjunto catalán sí se aprecia una voluntad de evolucionar en su propuesta, se confirmó con el 5-1 europeo al Ferencvaros y dos goles de niños de 17 años como Ansu Fati y Pedri, mientras que el madrileño parece atascado peligrosamente, como se vio en la Liga de Campeones con otra derrota ante el Shakhtar Donetsk (2-3). Pero todo eso no valdrá de nada a partir de las 16 horas en el Camp Nou.
Será un Barça-Madrid sin público y sin bares abiertos en Cataluña para que los aficionados lo vean. Son las consecuencias de las restricciones sanitarias por una pandemia del coronavirus que se recrudece. Los jugadores, acostumbrados a la pasión de las gradas en estos partidos, tendrán que adaptarse a unas circunstancias distintas. Las conocen de otros envites, pero un clásico es distinto.
Koeman convocó finalmente a Jordi Alba, que lleva tres semanas de baja por lesión muscular, pero dejó en suspense su titularidad dependiendo de sus sensaciones. Si no puede jugar, Sergiño Dest se mantendría en el lateral zurdo pese a ser diestro, toda una prueba de fuego a sus 19 años. Son baja por lesión Umtiti y Ter Stegen, por lo que Neto disputará su primer clásico bajo palos. Matheus, fichaje extraño que ni siquiera fue presentado, sigue sin contar.
Para el once la gran incógnita es saber si Griezmann jugará de inicio. Por galones y expectativas, seguro que sí, pero por méritos y rendimiento podría quedarse en el banquillo en beneficio de los descarados Pedri o Trincao e incluso de un recuperado Dembélé.
Presión
El clásico pilla en una situación de mucha mayor presión al Real Madrid, tras dos derrotas imprevistas que han hecho aflorar el fantasma de la crisis en Valdebebas. Lacerado por su continua falta de pegada desde la marcha de Cristiano Ronaldo, el equipo de Zinedine Zidane ha visto cómo se resquebrajaba también ese muro defensivo que le hizo campeón de Liga el curso pasado. Sin refuerzos veraniegos más allá de las repescas de Lunin, Odriozola y Odegaard, y con Hazard, llamado a ser su estandarte, como inquilino permanente de la enfermería, una plaga de bajas que se ha cebado especialmente con la demarcación de lateral derecho ha reducido aún más el margen de maniobra del técnico. El marsellés, invicto en sus cinco visitas previas al Camp Nou, sigue empeñado en repartir esfuerzos, pero ya no dispone del extraordinario fondo de armario que le catapultó al histórico doblete de la campaña 2016-2017 y las rotaciones hacen aguas. Las continuas modificaciones dificultan además la corrección de desajustes que pasan factura, como esa presión descoordinada que le permitió al Shakhtar Donetsk darle un repaso a los blancos en la primera parte del partido de Champions del miércoles.
Necesita el Real Madrid un punto de inflexión en el mejor escenario posible. Para ello recupera a Sergio Ramos, sin cuya garra y capacidad de mando se agudizan todas las debilidades. La presencia del capitán es fundamental para juntar líneas y recuperar esa presión elevada que fue determinante para que los blancos se impusieran en el esprint liguero post-confinamiento. El bajo rendimiento de Marcelo invita a pensar que Mendy regresará al costado zurdo y Nacho recuperará la condición de lateral diestro. De mediocampo en adelante, muchas variantes atendiendo a la flexibilidad táctica de Zidane, que el año pasado firmó uno de sus mejores partidos plantando cuatro centrocampistas en el Camp Nou para poner contra las cuerdas a un Barça al que combatió con orden, intensidad y un juego muy vivo. Vinicius, protagonista del último clásico, llega con la moral alta tras marcar frente al Shakhtar su tercer gol del curso y ser convocado por Tite para los próximos compromisos de la selección brasileña. Aunque la principal responsabilidad ofensiva volverá a recaer sobre Benzema, con solo una muesca en su revólver en lo que va de campaña.
Alineaciones probables
Barcelona: Neto, Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Alba, Busquets, De Jong, Griezmann, Coutinho, Ansu Fati y Messi.
Real Madrid: Courtois, Nacho, Varane, Sergio Ramos, Mendy, Casemiro, Valverde, Modric, Kroos, Vinicius y Benzema.
Arbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano)
Estadio: Camp Nou Hora: 16:00 h.