El club catalán tira de victimismo y cierra filas en torno a la figura del argentino
02 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Proclamó Ronald Koeman el pasado sábado que «este Barça no está para ganar muchas cosas», haciendo referencia al proceso de reconstrucción deportiva tras una temporada 2019-20 en la que el equipo y el club tocaron fondo y a la complicada situación actual, sin presidente a la espera de las elecciones del 7 de marzo y sin dinero ni para pagar 5 millones de euros por un refuerzo invernal defensivo como Eric Garcia (Manchester City), solicitado por el técnico.
Su sinceridad es admirable, pero muchos le criticaron sin saber que horas después los hechos le iban a dar la razón con la filtración y la publicación con todo lujo de detalles del multimillonario y sonrojante contrato de Messi. Demasiada inestabilidad hasta para la calma del neerlandés. La posibilidad de que el equipo azulgrana acabe peleando por algún título pasa por las botas y por la motivación del argentino, que acaba contrato el 30 de junio y a quien quieren cargarle la culpabilidad de la ruina económica del club.
Una filtración que ha provocado una caza de brujas en el seno del club azulgrana. Poco parece importar el obsceno contrato que le regaló Bartomeu hace cuatro años. Quinientos cincuenta y cinco millones de euros por solo cuatro temporadas. Da igual que los números de la entidad sean de bancarrota, la preocupación desde que salió a la luz el contrato ha sido buscar al filtrador.
Así, cerró filas el club en torno a la figura de su capitán. El primero que salió en defensa de Messi fue Koeman. El entrenador lo hizo con una contundencia que seguro que el 10 agradeció: «En la publicación del contrato de Messi hay muy mala intención. Hay que mirar lo que Messi ha hecho en este club. Lleva años demostrándolo todo y ayudando a este club a hacerlo grande y a ganar títulos. Esto es lo importante, lo demás son tonterías. ¿La filtración? Si es alguien dentro del club es algo muy malo. Quien ha filtrado esto no puede tener futuro en este club».
Amenazas de Bartomeu
Entre las reacciones, uno que se quita de en medio, como el expresidente Josep María Bartomeu, quien envió un mensaje escrito a un programa de TV3 en el que se estaba insinuando que él estaría detrás de la filtración para negarlo y amenazar con llevar a juicio a quien siga por esa línea.
«Este es un tema muy serio y es totalmente ilegal filtrar contratos profesionales. Hablar por la televisión y acusar es fácil, pero no estamos para bromas, porque esto acabara en los tribunales», aseguró Bartomeu, según desveló el programa Gol a Gol al que envió los mensajes.
El expresidente, que dimitió de su cargo el pasado octubre y su marcha supuso la convocatoria electoral, considera que Leo Messi «merece lo que cobra tanto por motivos deportivos como comerciales», y aclaró que «sin pandemia, el Barça puede pagar perfectamente estas cifras».
Viendo el respaldo social que recibió Messi en las horas posteriores a la información, Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa, los tres candidatos a la presidencia, corrieron a declarar que «Messi no está arruinando al Barça».
El primero, tirando de galones como expresidente y como favorito, reveló que ya le había enviado un mensaje de apoyo y anunció que iba a hacer todo lo posible para que se quede. Eso sí, sin mirar al contrato firmado en 2017, cuesta saber cómo pagarán a Messi lo que pediría en este nuevo contrato en una situación de catástrofe económica por la pandemia.
Entretanto, Koeman busca unión dentro y fuera, pero no hay manera. Y menos en un proceso electoral con creciente tensión entre los candidatos, incluso entre el presidente de la Junta Gestora, Carlos Tusquets, que le ha cogido el gusto a ver su nombre a diario en los medios de comunicación. El entrenador no se fía de nadie y prefiere fomentar la unidad en el vestuario, algo que sí va por el buen camino viendo la feliz celebración colectiva del 2-1 de Griezmann el domingo. Otro día que Messi percibió más de 82,2 millones de las antiguas pesetas. Otro récord para la Pulga.