
Un golazo del central francés tras conducir el balón 30 metros y otro de Rakitic al contragolpe noquean al Barcelona, que se estrella con Bono
10 feb 2021 . Actualizado a las 23:22 h.Con apenas 22 años, Jules Koundé posee todos los ingredientes para convertirse en un central para marcar una época en el fútbol europeo, único en su generación. Domina la defensa a campo abierto y en su área, intimida al cruce, anticipa, choca. No se siente inferior a ningún delantero, pese a sus escasos 178 centímetros de altura, porque tiene dos muelles en los tobillos que le permiten ser una amenaza de altos vuelos. Es, precisamente, la pieza que le falta a la zaga del Barcelona, aunque también le faltan millones para poder ficharle. Por si fueran pocas las virtudes de Koundé, en la ida de las semifinales de Copa destapó un nuevo encanto: la conducción poderosa. Mediada la primera parte, se adentró en terreno azulgrana y fue ganando metros hasta tirarle un caño a Umtiti en la frontal y resolver sin piedad ante Ter Stegen.
Gracias al gol del central francés, a la postre decisivo, el Sevilla puso un pie en la final. Los torneos coperos deberían guardar un verso en el himno del club de Nervión. Tome nota El Arrebato de ello para la próxima. No hay temporada que en el Pizjuán no se pelee un título por eliminatorias. Este curso, sin Europa League en el horizonte, el objetivo número uno es la sexta Copa del Rey, que sería la primera en once años. Si no hay prórrogas por el camino, está a 180 minutos de lograrlo.
Aunque la eliminatoria carecía del vértigo del partido único, Barcelona y Sevilla honraron lo que significa una semifinal de Copa desde el pitido inicial. Ni Koeman ni Lopetegui se anduvieron con chiquitas en la alineación, tampoco con medias tintas en el planteamiento. Ninguno de los dos equipos tenía en sus planes ceder el control de la pelota. La importancia del duelo también se reflejaba en concentración defensiva, con catalanes e hispalenses cerrando todas las puertas.
El Barça, o mejor dicho Griezmann, apenas daría con un resquicio a la espalda de la zaga local en toda la primera parte: su pase surcó los cielos para encontrarse con Messi en el balcón del área pequeña. Disparó sin controlar el argentino. Respondió con el pie izquierdo sin dudar el portero Bono. Poco después, el Sevilla pondría la réplica. Quién si no, Koundé, apareciendo por sorpresa en el área azulgrana para rematar con el interior el pase atrás de Suso. Le puso demasiada rosca el francés en su primer acercamiento a portería y el disparo se fue alejando del poste.
La segunda vez que pudo asomarse a campo rival, Koundé subió el 1-0 al marcador con la acción relatada anteriormente. El gol anestesió al Barcelona para el resto de la primera mitad y el Sevilla se acomodó con la pelota. Incluso pudo marcar el 2-0 en la última antes del descanso, en un disparo durísimo de Escudero desde fuera del área, pero Ter Stegen lo evitó con una espectacular estirada a mano cambiada.
Bono evita dos goles
A la vuelta de los vestuarios, la consigna en el Barcelona estaba clara: había que inclinar el campo hacia el área sevillista. Dembélé, ya el mejor azulgrana antes del descanso, lo intentaba continuamente en el desborde. Messi comenzó a aparecer en la mediapunta, lo mismo que De Jong, y así llegaron las ocasiones. La primera la tuvo el neerlandés, aunque Koundé se cruzó en su camino, arriesgando, cuando ya estaba armando el disparo. En la siguiente, todavía más clara, De Jong le dejó el balón atrás a Messi y el argentino buscó la rosca por abajo desde la frontal. Igual que había ocurrido en la acción de la primera mitad, Bono evitó el gol del '10'.
Como el Sevilla amenazaba con sentenciar la semifinal en cualquier contragolpe, el Barça tampoco se volvió loco en busca del empate. El 1-0, con la vuelta dentro de tres semanas en el Camp Nou, no parecía tan mala noticia. Para entonces Koeman ya habría recuperado algunos efectivos en defensa, una línea especialmente castigada por las lesiones.
Sin embargo, cuando menos lo esperaba el Barcelona, pues En-Nesyri ya no estaba sobre el césped, llegó la contra definitiva del Sevilla. Umtiti aún no ha recuperado su mejor versión tras su calvario de lesiones y en cada partido queda retratado en un par de acciones. En el 1-0 se 'comió' un caño de Koundé en el borde del área, y en el 2-0 salió tarde y rompió el fuera de juego de Rakitic. Era el minuto 85: nadie presionó a Oliver en banda y el mediapunta le puso el balón a la carrera al croata, que definió a la escuadra del palo corto en el mano a mano con Ter Stegen. No lo celebró Rakitic por respeto al Barcelona.
En los últimos compases, Messi todavía tendría ocasión de marcar un 2-1 con el que la película del Camp Nou sería bien distinta. Lo intentó por abajo en una falta en la frontal, pero apareció de nuevo Bono para sacarle una mano idéntica a la del inicio de la segunda parte.
El 2-0 final acerca la final de Copa a un Sevilla sin fisuras, al que parece muy complicado marcarle tres goles en un mismo partido. Aunque si hay un equipo que puede hacerlo es el Barcelona, que le ha cogido el gusto a las remontadas esta temporada.
Ficha del partido
Sevilla: Bono, Aleix Vidal, Koundé, Diego Carlos, Escudero (Munir, min. 69), Fernando, Jordán (Gudelj, min. 80), Rakitic, Suso (Oliver Torres, min. 82), Papu Gómez (Rekik, min. 69) y En-Nesyri (De Jong, min. 69).
Barcelona: Ter Stegen, Junior, Umtiti (Trincao, min. 89), Mingueza, Jordi Alba, Busquets, Frenkie De Jong, Pedri (Riqui Puig, min. 84), Dembélé, Griezmann y Messi.
Goles: 1-0: min. 24, Koundé. 2-0: min. 85, Rakitic.
Arbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Amonestó a Jordi Alba, Jordán, Escudero y Aleix Vidal.
Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Copa del Rey, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán a puerta cerrada.