El corredor del Movistar tuvo que retirarse y Roglic conserva el liderato provisional
20 ago 2021 . Actualizado a las 22:57 h.En esa maldita curva del alto del Collao se le torció todo a la etapa y a Alejandro Valverde. El murciano, con 41 años y 130 triunfos, acababa de prenderle la mecha a la primera jornada de montaña. Su ataque había dejado a Roglic con solo un gregario a falta de lo peor del recorrido.
Máxima emoción. En pie. Peligro de incendio en la Vuelta que había cerrado al público el acceso a la meta en el Balcón de Alicante por el miedo al fuego. Valverde pirómano. Y de repente cayó un jarro de agua fría.
El murciano, que iba a rueda de Carapaz en un giro del Collao, miró atrás. Quería ver la distancia con el grupo de Roglic. No vio que había algo sobre la carretera, el abultamiento levantado por una raíz. Su rueda derecha botó en mitad de la veloz curva. Perdió el equilibrio. Patinó hacia el barranco. Voló dejando una estela de polvo y rozó el filo del quitamiedos. El terraplén era tan vertical que no podía salir del agujero.
Su compañero Rojas le rescató. Valverde negaba con la cabeza. Le costó subirse a la bicicleta. Unos kilómetros más allá se retiró. Agachó la cabeza sobre el manillar y rompió a llorar. La etapa que iba a ganar el joven australiano Michael Storer en el Balcón de Alicante ya no fue la misma. Quedó como anestesiada por la ausencia de Valverde, un símbolo de 41 años que solo había abandonado una vez en 15 ediciones, en su debut en el 2002.
La Vuelta también le llora. Era un dinamitador. La carrera sin él pierde pólvora. Roglic ya no pasó apuro alguno. Su equipo, el Jumbo, dejó que la fuga de Storer, Verona —el compañero de Valverde rozó el triunfo—, Sivakov, Grossschartner, Kron, Kuss, Haig y Polanc se jugara el triunfo en el Balcón de Alicante. Verona, que iba en la escapada para catapultar a Valverde cuando el murciano llegara, se quedó sin esa misión.
Pidió permiso en el Movistar para dedicarle la etapa al líder caído. Se lo dieron. Pero se lo negó en las brutales rampas finales el australiano Storer, un talento de 24 años que vale para todo.
Otro paso atrás de Landa
Tres minutos por detrás, Yates tiraba de Bernal, Enric Mas, López, De la Cruz y Roglic, que ya lo tenía todo bajo control. Solo faltaba Mikel Landa. El alavés no tiene aún las piernas que quiere. La caída del Giro y la larga y dolorosa rehabilitación le han obligado a llegar blando a esta Vuelta. Perdió otro medio minuto en el Balcón de Alicante.
Otro paso atrás, aunque todavía resiste. Y confía en reencontrar su mejor versión en las dos semanas que restan. Roglic, líder con 8 segundos sobre el fugado Grossschartner, mantiene a 25 segundos a Enric Mas. A 36 está Supermán López y a 41, Bernal. Landa cede 1 minuto y 42 segundos.
El murciano tendrá que ser operado de la clavícula
Pese al abandono de Alejandro Valverde, las noticias no eran del todo malas en un primer momento para el conjunto Movistar. La caída del murciano, pese a lo aparatoso y estremecedor del accidente —pasó pegado al quitamiedos y cayó unos metros por un terraplén que tuvo que escalar para volver a la carretera— no parecía demasiado grave. Así lo confirmaba el conjunto telefónico tras las primeras pruebas radiológicas realizadas al corredor en el hospital de Alicante.
No obstante, una segunda exploración trajo peores noticias. Tras realizársele al ciclista un TAC en el hombro y en la cadera, reveló finalmente una fractura de clavícula que requerirá una intervención quirúrgica. Valverde será operado hoy en Murcia, su localidad natal, y donde llega esta misma tarde la Vuelta.