El remate más letal de Manu Barreiro: 25 penaltis sin fallo

DEPORTES

Javier Colmenero

Desde el 2013 ha marcado 14 con el Lugo, dos con el Nástic y uno con el Alavés, en Segunda, y ocho con el Racing de Ferrol en Segunda B

06 feb 2022 . Actualizado a las 19:09 h.

Para Roberto Fernández no hay duda de que se trata de «uno de los mejores lanzadores de Primera y Segunda División». «No hay más que ver su porcentaje de acierto», añade el exportero gallego del Sporting, Granada y Lugo, entre otros. Se refiere a Manu Barreiro (Santiago, 1986), el delantero del Lugo que mantiene un permanente idilio con los penaltis desde la temporada 2013/2014, cuando se enroló en las filas del Racing de Ferrol y se erigió en un auténtico especialista desde los once metros. Este sábado, ante la Real Sociedad B, el futbolista albivermello transformó una nueva pena máxima y ya encadena 25 sin fallo en diferentes ligas.

 Según la prestigiosa web de datos y estadísticas Transfermarkt, Manu Barreiro ha anotado todos los penaltis que ha intentado desde principios de septiembre del 2013, cuando batió a Pato Guillén desde el punto fatídico en el derbi de O Couto ante el Ourense. Ese mismo curso convertiría siete más que le ayudarían a dar el salto al Alavés, donde había otros lanzadores por delante y solo pudo marcar uno, precisamente ante su actual equipo. En el Nástic también gozaría de muy pocas oportunidades para lucir su puntería —tiró y marcó solo dos—, y fue en el Lugo donde se confirmó definitivamente como un lanzador prácticamente infalible. Con la camiseta rojiblanca suma 14 penaltis sin errores en Segunda desde la temporada 2019/2020. Muchos de ellos dieron puntos al equipo, pero ninguno fue tan decisivo como el que marcó en Vallecas el curso pasado que valió la permanencia en la categoría de plata.

Dani Mallo destaca la «variedad de estilos que domina»

Entre los muchos porteros que sufrieron la precisión de Manu Barreiro en los lanzamientos desde los once metros está Dani Mallo, que custodiaba la portería de Lugo cuando el Alavés visitó el Ángel Carro en la segunda vuelta de la temporada 2014/2015. El equipo local vencía por 2-0 y Barreiro redujo la diferencia con un penalti que guarda fresco en su memoria el entonces portero del Lugo. «Fue un pepinazo terrible. Adiviné el lado, pero el balón iba con tanta potencia que me golpeó la cabeza y se me coló entre los brazos», recuerda Dani Mallo. Para el portero herculino, con experiencia en Primera y en la máxima categoría de Escocia, lo mejor de Barreiro es «la gran variedad de estilos que domina». «Puede aguantar hasta esperar a que el portero se vaya a un lado, tirar con potencia, buscar los ángulos... Con tanto estudio, ahora es fácil conocer la mecánica de los lanzadores, pero con Manu Barreiro es enormemente complicado por su abanico de alternativas», subraya Dani Mallo.

roberto fernández

«La carrera es lenta y en el último apoyo levanta mucho la cadera»

 De un tiempo a esta parte, el delantero del Lugo se inclina siempre por el mismo estilo: carrera, pausa y disparo a un lado sin mucha potencia. Roberto Fernández, que coincidió con Barreiro en sus dos campañas como entrenador de porteros en el Ángel Carro, asegura que esta mecánica de tiro es la más complicada para un guardameta. «La carrera es lenta, en el último apoyo levanta mucho la cadera, arma la pierna y es ahí cuando el portero se vence y él puede cambiar el lanzamiento», indica el excancerbero de Chantada de clubes como el Lugo, el Granada y el Sporting, entre otros. En su opinión, detener una pena máxima lanzada por Manu Barreiro es «tremendamente difícil». «Si aguantas mucho no llegas al balón y si te vences antes de tiempo cambia el golpeo en el último momento», explica. Y añade: «Últimamente, el 90 por cien de sus lanzamientos son rasos y a un lado. Con ese estilo es complicado darle potencia y altura al balón».

javi pita

«Es una batalla con el portero por ver quién aguanta más»

 Para Javi Pita, antiguo meta del Lugo, Viveiro y Racing Vilalbés, y ahora en un Pol que busca el ascenso a Preferente, Manu Barreiro es «una garantía» desde los once metros por su modo de lanzar. «Es una batalla con el portero por ver quién aguanta más. Y casi siempre gana él porque hace la carrera lenta, mirando siempre al portero y hace esa pausa final que es la que le da ventaja», dice. «No le recuerdo ningún penalti en el que hubiera apostado por la potencia», añade.