La Unión Deportiva Ibiza y el Club Deportivo saltaban, en el último encuentro de la jornada dominical, al Estadio Municipal Can Misses fieles a sus esquemas tácticos habituales. El 1-4-1-4-1 del cuadro ibicenco presentaba, en esta ocasión, la novedad de la primera titularidad del internacional gaditano Nolito, ubicado en la media punta izquierda, mientras que en el Lugo con su habitual 1-4-3-3 debutaba como titular en la temporada el jugador mauritano El Hacen.
Durante la primera parte del encuentro, el conjunto local evidenció el estilo de juego que le lleva acompañando desde la primera jornada, con una muy deficiente labor en las vigilancias, tanto ofensivas como defensivas, así como una excesiva distancia entre líneas que convierte sus encuentros en un carrusel infinito de transiciones, generando un escenario en el que el conjunto lucense se mostró cómodo y un espectáculo atractivo para el espectador, pero, quizá, demasiado anárquico para quien lo analiza con rigor.
Y es en este festival de transiciones donde apareció la calidad de los jugadores determinantes. Cristian Herrera, de tiro libre directo, y Nolito, tras un excelente control orientado, golpearon con sus lanzamientos la red de la portería defendida por Whalley, adelantando por dos veces al conjunto ibicenco durante la primera mitad.
Entre ambas acciones, la bisoñez del joven Suleiman Camara cometiendo una infracción dentro de su propia área tan clara como innecesaria supuso el primer tanto lucense.
Un conjunto lucense bien posicionado, con efectiva presión sobre la salida de balón de los ibicencos, muy generoso en el esfuerzo, pero muy poco solidario entre sus líneas, ya que en ningún momento del encuentro mostró capacidad para corregir las continuas superioridades numéricas que los locales desplegaban por el flanco izquierdo de su ataque. El tridente Javi Vázquez, Cristian Herrera y Nolito constituyeron una auténtica pesadilla para Miguel Loureiro, muy desatendido en fase defensiva por El Hacen y Cuéllar.
Pudo ser determinante en el devenir del encuentro la lesión de la principal referencia en ataque de los lucenses, Chris Ramos, quien hasta ese momento había sido capaz de generar de forma constante dudas en los centrales locales por su movilidad y excelente juego aéreo.
Segunda parte en la que el cansancio, derivado de la intensidad con la que se disputó la primera mitad, hizo acto de presencia y, con él, una continua serie de imprecisiones en ambos conjuntos, generando un escenario técnico impropio de la categoría en que militan. Una nueva acción originada en banda izquierda supuso el tercer tanto ibicenco por parte de un Cristian Herrera que volvió a demostrar el olfato goleador que tanto hizo vibrar a los aficionados de nuestra ciudad. Una indecisión local aprovechada por los lucenses puso el epílogo al encuentro.
Dirigió el encuentro el colegiado andaluz Álvaro Moreno Aragón, que estuvo acertado en jugadas decisivas, pero que evidenció errores de apreciación en situaciones de baja dificultad y un criterio irregular en el aspecto disciplinario.