Caso Dani Alves: dejen a la justicia hacer su trabajo

Rubén Veiga Vázquez

DEPORTES

AMANDA PEROBELLI | REUTERS

29 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Más allá de corrientes partidistas y opiniones noticiosas del caso, lo cierto es que los protagonistas del expediente judicial del caso Dani Alves se enfrentan a un tortuoso y lento proceso que se encuentra aún en la fase inicial de la instrucción judicial.

Corroboraciones periféricas como son, entre otras, las declaraciones de testigos, grabaciones de la noche de los hechos, los informes de las pruebas biológicas, la presencia de lesiones o marcas en el cuerpo de la denunciante y su naturaleza o el análisis de las prendas que portaban esa noche, irán perfilando que se pueda sostener o no la investigación, junto con las condiciones en que dichas pruebas se hayan obtenido para determinar su validez. Y, desde ese prisma, resolver que haya base no para decretar la culpabilidad del investigado, sino que sean indicios consistentes para plantear una acusación, que posteriormente en el acto del juicio oral lleven al tribunal a la convicción de plasmar un relato de hechos probados y en consecuencia a una condena o una absolución.

Sentenciar sobre el carácter del encuentro sexual, si pudo existir consentimiento o no, el carácter particularmente degradante o vejatorio del comportamiento del investigado prevaliéndose de la situación, o la consideración que la denunciante o el denunciado se encontraban con sus facultades afectadas por el consumo de sustancias alcohólicas, no se puede afirmar con un mínimo de rigor sin poder acceder a las actuaciones judiciales, que por otro lado, son reservadas. Por tanto, dentro de la libertad de opinión que pueda tener cada uno sobre el caso, será en el marco de un proceso penal con todas las garantías que trascienden los comentarios y comidillas de plató, donde se pueda llegar a la convicción o no, que los relatos planteados por cada una de las partes están apoyados en sólidos indicios para desvirtuar el principio de presunción de inocencia con que, como en cualquier deporte con el contador a cero, deberían empezar todos los procesos judiciales penales, incluidos los de esta naturaleza.

Rubén Veiga Vázquez es abogado penalista de Xeito Abogados.