Más no se puede pedir para un debut

Tito Ramallo

DEPORTES

César Quian

20 may 2023 . Actualizado a las 23:08 h.

Es el debut soñado por cualquier entrenador. Ir ganando 3-0 a la media hora. Y, sobre todo, poniendo encima de la mesa una declaración de intenciones que refuerza con el resultado lo que tú pretendes.

La verdad es que el Deportivo hizo una primera parte muy buena. El equipo, en casa, generalmente ha dado buenas prestaciones, eso hay que reconocerlo, pero sí pudimos ver matices y diferencias con lo que se venía manifestando. Para empezar, la apuesta por jugadores que tenían menos presencia como Trilli, Álex Bergantiños y Yeremay. Es curioso, porque Rubén de la Barrera hizo lo mismo que Óscar Cano cuando afrontó su primer partido ante el Linares: poner de titular a Svensson. Rubén quiso rehabilitar futbolistas que parecían olvidados.

Y en segundo lugar, despistó totalmente al Algeciras con la distribución de los espacios. Se vio a un Deportivo que en ataque presentaba una mayor movilidad y una gran verticalidad, con Soriano por dentro, que es en donde de verdad hace daño, y multitud de desmarques de ruptura. Además, en la estructura defensiva vimos un 1-4-4-2 en rombo que liberaba a Lucas y a Svensson, con Villares como elegido para hacer las ayudas hacia la banda derecha de Trilli, facilitando así el equilibrio.

Por último, hay que destacar el cambio de concepto ofensivo. Menos horizontalidad, menos número de pases y olvidarse el argumento prioritario de asegurar el balón. Más profundidad y mucha ruptura. Eso hizo que el Dépor mostrara un fútbol mucho más rápido y vertical. Mucho ritmo y mucha intensidad. Más eléctrico. Especulando menos con la posesión de balón. La puesta en escena, mejor, imposible.