Ferrolterra ocupa un pequeño lugar dentro de mi carrera futbolística, y es que ya hace más de diez años que tuve la suerte de vestir la camiseta del Galicia de Mugardos de mis amigos Domingo y Caco; un año más tarde recalé en el club más acogedor en el que haya estado, el Eume Deportivo, y allí se respiraba fiesta cada partido. Antes y después, el fútbol era lo de menos excepto cuando se acercaba la copa de Ferrolterra: ahí salía a relucir lo mejor de cada eumés. En el 2012 levantamos la copa en A Malata de la mano de Juan Bacarrosa. ¡Qué recuerdos tan reconfortantes!
Hablar de Ferrol y el Racing es hablar de Pablo Rey y Joselu. El primero, con su sofisticado golpeo y su buena relación con el balón, consiguió ser uno de los jugadores más determinantes de Segunda B; el segundo, un referente, un espectáculo de futbolista que innumerables veces ha tenido ofertas de otros clubes de superiores categorías, pero «Joselu siempre ha jugado donde ha escogido jugar», y eso está al alcance de muy pocos.
Este sábado asistiremos a la que esperamos que sea la última cita de la temporada en Ferrol, sin contar evidentemente con el fin de semana del Patín Classic y del Nachiños Fest, yo al menos no me los pierdo. Pero en cuanto a los de Parralo, esperemos que así sea. Y es que lo que ha hecho el Racing este año está alcance de muy pocos, perdiendo a sus dos laterales, Pumar y Luca, en el primer tercio de liga cuando todo iba encarrilado. Y, aun así, habiéndole perdido la cara al liderato en Navidad, no dejaron de creer que estaban a tiempo de todo.
Puede que sea algo inherente a Parralo y Manjarín darle importancia al día a día y la exigencia a pesar de que los resultados acompañen o no sean los esperados, pero de lo que estamos seguros es que no existen las casualidades. Y ahí están, a un partido de volver a la categoría de plata del fútbol español. Donde ojalá veamos a los aficionados verdes llenar el estadio.
Son muchos los futbolistas del Racing a los que me he enfrentado o con los que he compartido vestuario. Creo que ese grupo humano se merece lo que se avecina; y es que, insisto, al menos en esto del fútbol, las casualidades no existen. Otro del que poco se habla pero ha convertido el club en uno de los más punteros de la categoría no es otro que don Carlos Mouriz. Ya hizo que Lugo, una ciudad dedicada al Breogán, consiguiese llevar al Anxo Carro el fútbol profesional y ahora lo hará en Ferrol. Si no es este año, será el siguiente, porque él es persuasivo y trabajador, todo lo que toca lo mejora. En definitiva, lo bueno no necesariamente hay que ir a buscarlo fuera, muchas veces lo tenemos en casa.
Ferrol mola.