Otra astracanada de Mourinho

DEPORTES

JOHN SIBLEY | REUTERS

04 jun 2023 . Actualizado a las 19:08 h.

El apelativo The Special One con que se conoce a José Mourinho se lo puso él a si mismo cuando firmó por el Chelsea. Así explicaba el porqué de tan singular distinción: «Para ser un campeón, es necesario tener un talento especial. Uno no es especial si no se gana, pero yo gano». Y cada vez que conquista algún título, se encarga de hacerlo ver. Y si alguna vez le piden que haga examen de conciencia, quizás le convenga empezar por la autocrítica. Hasta la fecha no hay rastro, porque se preocupa de remarcar su paternidad en los éxitos y de exculparse cuando los resultados no acompañan.

Probablemente sea difícil determinar cuánto hay de la persona y cuánto del personaje en sus comportamientos, pero el que se vio en la final de la UEFA ante el Sevilla no lo deja en buen lugar. Ni a la persona ni al personaje. Se puede ser ganador y al mismo respetuoso con el rival cuando se pierde. Lo de entregarle la medalla del subcampeón a un aficionado es una astracanada impropia de un deportista.

Todavía tiene más delito esperar a los árbitros en la zona de aparcamiento, a la conclusión del partido, para increparlos. Y no era la primera vez que se veía en tal tesitura.

Cabe suponer que cuando le empezaron a llamar Semifinalinho, por las tres veces en las que el Real Madrid quedó apeado en la Champions a las puertas de la final, lo comerían los demonios. Pero así es su carrera y la de todos, no se puede ganar siempre.

A lo largo de su trayectoria ha firmado grandes logros, sobre todo en el Oporto y en el Inter. Pero no ha conseguido hacer cima europea cuando ha manejado grandes presupuestos, como los del Real Madrid, el Chelsea o el Manchester United. Porque solo puede ganar uno, porque los rivales también saben competir, y porque no todo vale.