Si me preguntan qué recuerdos me trae un España-Costa Rica, se me vienen dos a la cabeza. El primero es, en junio del 2015, el debut de la selección española en la Copa Mundial Femenina de Canadá. Por aquel entonces, un combinado español novato y sin experiencia no fue capaz de pasar del empate. De hecho, las nuestras fueron últimas clasificadas en un grupo E que encabezó Brasil seguida de Corea del Sur. ¡Cómo ha cambiado el fútbol femenino en España en 8 años y qué poco ha cambiado en Costa Rica!
El segundo recuerdo, y pido perdón por utilizar este símil, es de noviembre del pasado año: España endosaba 7 goles en su debut en el Mundial de Catar. Después de aquel partido, escribí en este periódico un aviso: la selección había jugado el mejor partido que iba a jugar en aquel Mundial, y así fue. ¿Ha pasado lo mismo en esta Copa Mundial Femenina? No lo creo, pero que nadie se ilusione más de la cuenta. El verdadero Mundial comienza el día 31, frente a Japón. Hasta entonces, ambas selecciones tratarán de endosar el máximo número de goles en sus dos primeros partidos.
Si nos referimos al primer tiempo, en 49 minutos, la selección de Costa Rica había sido capaz de completar 34 pases, uno cada 86 segundos. España había realizado 50 centros al área, 26 de ellos rematados. Costa Rica, uno, sin éxito. Doce saques de esquina para las nuestras, ninguno para las ticas. Por no hablar de los 24 tiros de España frente a un único tiro de la selección caribeña.
La segunda parte, un paseo para el combinado que entrena Jorge Vilda. Demasiada relajación. Ningún peligro en la portería propia y otros 20 tiros a favor. Esperemos que el golaveraje no tenga que ser el que decida el primer puesto de este grupo C, porque no se podrá volver atrás para meter más goles. Para Costa Rica, objetivo cumplido en los segundos 45 minutos. En el minuto 82, el balón llegó a Daniela Solera, su portera, y esperó a la presión rival para agarrarlo con sus manos. Su mejor estrategia, el 3-0 es un buen resultado. Lo dije el pasado miércoles, un Mundial apasionante, pero con demasiadas diferencias, y en la segunda jornada ya se aprecia.
Quizás esto desanime a algún espectador. ¿El fútbol femenino es aburrido? No, pero un España-Costa Rica sí lo ha sido. La apuesta de la FIFA por aumentar de 24 a 32 equipos iba a suponer una desigualdad enorme en la fase de grupos: así ha ocurrido y así ocurrirá. Pero que nadie se preocupe, este no es el Mundial de España, ni el de ninguna de las selecciones favoritas. Empieza el próximo 5 de agosto, en octavos de final.
Iyán Iván Baragaño es miembro del Grupo Interuniversitario de Investigación en Fútbol