El análisis de Manuel Piñero: Hovland, McIlroy y Hatton, tres líderes para la victoria de la Ryder

Manuel Piñero

DEPORTES

Ettrore Ferrari | EFE

01 oct 2023 . Actualizado a las 20:29 h.

La Ryder Cup tenía que regalarnos un domingo de juego, igualdad e incertidumbre. Y lo hizo. Aunque Europa llegaba a la jornada decisiva con una ventaja importante, Estados Unidos reaccionó para dotar de tensión al desenlace. Tradicionalmente, el equipo norteamericano se desenvuelve mejor en los partidos por parejas que en los individuales, y en Roma ha vuelto a suceder que, el último día, consiguió mejores resultados que en los anteriores. Aún así no le llegó porque, en mi opinión, el Viejo Continente llegaba con un equipo suficientemente fuerte esta vez y porque en el vestuario de Zach Johnson varios de sus jugadores no atraviesan, ahora mismo, un buen momento de forma.

De entrada, resultó clave que Jon Rahm sumase. Aunque fuese medio punto, por un empate, frente a Scottie Scheffler. El valor de ese primer partido va más allá del marcador, porque puede animar a una remontada o a contener la ilusión de un equipo. Sin estar en su mejor momento de juego, el español sí supo competir en formato match play durante tres días aportando en momentos decisivos para la victoria de Europa y sin llegar a perder ni un solo partido. Palabras mayores.

Además, para mí ha habido tres jugadores clave para esta victoria de Europa. En primer lugar, Viktor Hovland, quizá el hombre de esta Ryder; en segundo, Rory McIlroy, por su continuidad y fiabilidad durante los tres días; y en tercero, Tyrrell Hatton, por su aportación con diferentes compañeros y su garra para levantar al resto del equipo.

Con esas tres victorias, con la mayoría de nuestros jugadores clave situados en los primeros emparejamientos del día, sobre el papel, y como finalmente sucedió, Europa ya solo tendría que arañar algo más en los individuales para ganar. Por si acaso, Luke Donald situó a otros dos competidores de garantías como Shane Lowry y Tommy Fleetwood hacia el final del programa. Y funcionó.

Estados Unidos compitió bien en esta tercera jornada, pero sobre todo lo hizo de nuevo Max Homa, para mí su jugador más en forma a lo largo de todo el fin de semana. En general, creo que a Zach Johnson le costó encontrar parejas que funcionasen. Ni siquiera lo hizo una clásica en el bando norteamericano, la de Justin Thomas y Jordan Spieth, porque este estuvo demasiado errático. Tampoco me gustaron Schauffele ni Morikawa, y en cambio creo que Rickie Fowler podía haberse aprovechado algo más en las dos primeras jornadas. Disfrutemos la victoria.