Una bandera roja paró antes de tiempo una carrera infernal en Phillip Island, de la que el piloto murciano se va con bola de título para el siguiente gran premio.
22 oct 2023 . Actualizado a las 19:40 h.Después de la dantesca carrera de Moto3, les tocaba el turno a los pilotos de moto 2 y las condiciones meteorológicas en el circuito de Phillip Island, lejos de mejorar, empeoraban. Las rachas de viento cada vez eran más fuertes, lo que unido a la lluvia y el frío, convertían el asfalto en una pista de hielo. El primero en comprobarlo fue Pedro Acosta, que en la vuelta de formación se fue al suelo, tuvo que volver con su moto al pit lane y alinearse en la última posición de la parrilla.
En carrera remontó desde la trigésima posición, surfeando por el cada vez más encharcado asfalto y llegó hasta la novena plaza, justo cuando los comisarios mostraban las banderas rojas que suspendían la acción en pista. Iba a por nota el murciano, en lo que podría haber sido una de esas exhibiciones para la historia, y sin embargo etiquetaba su carrera como «una cagada». «Quizás mañana lo vea de otra forma, pero a mí me gusta ganar y hoy he sido derrotado», añadía.
Derrotado por el único rival que todavía puede disputarle el título de la categoría intermedia. Tony Arbolino fue el superviviente del quinteto delantero que se había formado nada más comenzar la carrera. Primero se fueron al suelo Sergio García, cuando rodaba en cabeza, y Filip Salac en la misma curva. Y luego los británicos Sam Lowes y Jake Dixon, que dejaban vía libre al italiano para volver a ganar cinco meses después.
Arbolino estaba eufórico en un podio donde le escoltaron los españoles Arón Canet y Fermín Aldeguer. Sin embargo, al no haberse completado los dos tercios de la carrera solo se repartieron la mitad de los puntos, así que el mordisco en la clasificación con respecto a su rival fue menor de lo esperado. El italiano se quejaba después: «Entiendo el reglamento pero con estas condiciones no nos tendrían que dar la mitad de los puntos, sino el doble». Acosta tiene 56 puntos de renta con 100 en juego, lo que quiere decir que gozará de su primera bola de título en Tailandia el próximo fin de semana. Tiene dos opciones de proclamarse campeón: si gana la carrera y Arbolino es décimo o peor, o si termina segundo y su rival es 15.º o peor.
Triunfo de Önkü en moto 3
Ante las pésimas condiciones meteorológicas, la carrera de moto 3 fue un ejercicio de supervivencia de inicio a fin. Con un inesperado protagonista en la figura de Adrián Fernández, que hasta hace dos grandes premios estaba siguiendo el Mundial desde su casa. Se había estrenado en Indonesia, sustituyendo al japonés Suzuki y compartiendo box con Masià, y en Australia se puso al frente de la carrera e hizo la selección por delante, manteniendo siempre un margen con el grupo y soñando con el que podría ser su gran día en el campeonato. Sin embargo, a seis vueltas del final ese sueño se esfumó, con una dolorosa caída en lo moral. Pero se levantó, se reincorporó a la carrera y pudo terminar quinto. Sasaki heredó la primera posición cuando Fernández se fue al suelo y el japonés se jugo la victoria con Deniz Öncü. El turco esperó hasta la última vuelta, atacó, se llevó el triunfo y permitió a Masià, que fue octavo, mantener el liderato.