Embiid hace historia en la NBA: mete 70 puntos la misma noche que Kobe Bryant anotó 81 hace 18 años

isaac asenjo COLPISA

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Bill Streicher | REUTERS

El pívot camerunés logró una hazaña que solo se registró catorce veces en la historia del torneo y fue el primero en lograrlo en menos de 39 minutos en cancha

23 ene 2024 . Actualizado a las 13:09 h.

 «Cuando me retire quiero asegurarme que digan: nadie podía pararle ni ofensiva ni defensivamente. Me gustaría pensar que soy un puto monstruo». Joel Embiid (Camerún, 1994), la superestrella de los Philadelphia 76ers y jugador más valioso de la temporada en la NBA el pasado curso, entró esta madrugada en los libros de historia de la competición al anotar 70 puntos, a los que sumó 18 rebotes y 5 asistencias, en el triunfo por 133-123 de su equipo ante los San Antonio Spurs de de Victor Wembanyama, mejorando el anterior récord de la franquicia, que pertenecía al legendario Wilt Chamberlain (68) en 1967.

«Mi mentalidad es atacar, dominar en ataque y en defensa, así que esta noche no fue diferente», dijo el jugador tras el encuentro en el que se convirtió con su marca en el noveno jugador en la historia de la NBA en meter al menos 70 puntos, una hazaña que ocurre además en el 18º aniversario de los 81 tantos que el fallecido Kobe Bryant logró en 2006 con la camiseta de Los Angeles Lakers. La jornada vio también como el dominicano-estadounidense Karl-Anthony Towns (Timberwolves) llegó a las 62 anotaciones, récord individual de su franquicia.

Tras la estadística

Embiid se sitúa junto a Michael Jordan en firmar al menos 65 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias en un partido en toda la historia de la considerada la mejor competición de baloncesto del mundo.

El líder de los Sixers, que el pasado año acabaron en tercera posición de la Conferencia Este y cayó en las semifinales contra los Boston Celtics en siete partidos, suma durante la temporada regular una media de 35 puntos por partido, superando los 33 que estableció durante el curso anterior, y en el que logró ser el máximo anotador por segunda vez consecutiva, algo que no lograba un pívot desde Bob McAdoo en 1976.

Con sus 2.13 metros de altura y 127 kilos de peso domina esta estadística tan importante en la mejor liga de baloncesto del mundo y ganó el pasado mes de mayo el premio a mejor jugador por primera vez en su carrera, por delante de Nikola Jokic, serbio, y Giannis Antetokoumpo, griego. El africano es el séptimo jugador no estadounidense que recibe esta distinción a lo largo de la historia.

«Pasé por muchas cosas, y no hablo solo de baloncesto, sino de vida, por mi historia, de dónde vengo, lo que me costó llegar aquí. Es fantástico... Quiero que la gente se acuerde de que todo es posible. Empecé a jugar con 16 años y es complicado. Tomó mucho trabajo y mucha suerte. Todo es posible, hay que tener fe», explicó el jugador nacido en Yaundé y que narró hace unos años en un artículo que aprendió a lanzar triples a canasta con un tutorial de gente al azar en Youtube. «Apenas sabía nada de la NBA porque nunca pude verla en Camerún. Y no me refiero a que éramos demasiado pobres y no teníamos televisión. Mi madre era muy, muy estricta con la escuela. Nunca podía quedarme despierto para ver los partidos. Ya cuando me hice mayor me volví un poco más rebelde y me escapaba de la casa para jugar», explicó el jugador de 29 años que empezó a jugar a los 16 durante el verano de 2011 gracias a la casualidad: Luc Mbah a Moute, jugador camerunés de la NBA, organizó un campus en su misma ciudad para captar nuevo talento y le convenció para viajar a Estados Unidos.

Estuvo a punto de abandonar a las primeras de cambio, como recordó años más tarde en un documental sobre su vida producido por ESPN, pero cambió su mentalidad, mejoró la técnica y sus cualidades brotaron. Unos meses después fichó por The Rock School, colegio al que llevó a ganar el campeonato estatal gracias a su clara mejora en el juego, y un año más tarde recaló en la Universidad de Kansas, donde sus promedios comenzaron a llamar clamente a las puertas de la NBA.

Aunque los problemas físicos no le han permitido aún disputar una temporada regular al completo desde su llegada Philadelphia, el jugador que fue descartado por Cleveland Cavaliers en el Draft de 2014, ha ido mejorando campaña tras campaña para consolidarse en la élite y estar en los últimos años siempre en la quiniela de los MVP de la temporada regular. Desde que en el 2018 jugó el partido de las estrellas, el jugador que presume de ser seguidor del Real Madrid en las redes sociales y que incluso celebró en X (antes Twitter) la polémica remontada ante el Almería así como los tantos de Jude Bellingham en el clásico de Barcelona, ha sido seleccionado cada año para esa cita, siempre como titular. Esta temporada, el pívot africano también suma 11 rebotes de media y ha encestado un 54% de sus tiros de campo. Es el tercer jugador en la historia de la NBA que promedia al menos 33 puntos y 10 rebotes con un 54% de acierto. Ahora, tras alcanzar el éxito individual está más centrado que nunca en el colectivo: «Estoy mentalizado en eso. Lo que importa es ganar, ganar y ganar, y la única forma de ganarme el respeto es un anillo de la NBA».