Diego Epifanio, entrenador del Básquet Coruña: «Sigamos creyendo en las cosas
que nos han traído hasta aquí»

DEPORTES

ALBA PACHECO

El Leyma, segundo en la LEB Oro, busca el ascenso tras caer en la Copa Princesa contra el Estudiantes (80-72)

29 ene 2024 . Actualizado a las 20:50 h.

Diego Epifanio Cabornero (Burgos, 1978) es el claro nexo entre el vestuario y la grada del Básquet Coruña. La última y más poderosa prueba de ello se dio en los minutos posteriores a la disputa de la Copa Princesa contra el Estudiantes en el WiZink Center de Madrid, que se saldó con derrota coruñesa (80-72). Fue Epi el que acudió a sus jugadores, que tuvieron el título en sus manos. Y fue, también, él el que, al pie del autobús que regresó al Leyma a A Coruña, consoló al medio millar de aficionados que esperaban en la calle para ovacionar emotivamente al equipo, al que tan solo le faltó la guinda de la victoria.

—Recalcó usted bastante en la conferencia de prensa posterior a la final lo fundamental que era que la derrota no pasase factura.

—Sí, es muy importante que no nos haga daño. Porque tengo que recordar que para nosotros era una fiesta, se desplazaron muchos aficionados a Madrid para apoyar al equipo. Llevábamos siete partidos sin perder y ahora hay que intentar recuperar rápido las cabezas y centrarnos en que es muy importante el siguiente partido de Liga.

—Ya en los días previos a la Copa Princesa, nada más asegurarse su plaza en ella, usted advertía que era igualmente necesario no perder la perspectiva.

—Efectivamente. Debemos mantener los pies en el suelo, tanto como cuando ganas como cuando pierdes. Y ahora, que esto no nos afecte mucho, que sigamos creyendo en las cosas que nos han traído hasta aquí, que son las que nos han permitido competir durante muchos minutos en la primera final nacional de la historia del club. Tenemos que volver otra vez a la rutina normal de cada semana, sabiendo que tenemos muy pocos días para preparar el siguiente partido [será en la cancha del Lleida, el viernes, a las 21.00 horas, La Liga+] y, a partir de ahí, seguir creciendo como equipo.

—La LEB Oro es muy larga, y los partidos como el de la Copa Princesa, también.

—Y durísimos. Para resolver la Liga quedan aún dieciséis jornadas. El Estudiantes está muy fuerte. Tan solo ha perdido tres partidos. El San Pablo Burgos viene ahora de descansar y está igualmente fuerte, y seguro que le quedan todavía por jugar sus mejores partidos. También vienen equipos por detrás como el Lleida, el Valladolid, el Alicante, el Gipuzkoa... tenemos que centrarnos en el siguiente partido.

—Aseguró el entrenador del Estudiantes que la Copa Princesa es un partido con altas repercusiones, se gane o se pierda. Ya lo había avisado usted, también.

—Claro, claro, físicamente, vamos a hacer tres desplazamientos seguidos. Jugamos en Torrelavega, después de Madrid y ahora tenemos que viajar a Lérida. Se trata de muchos kilómetros para los jugadores y, sin embargo, tenemos pocas sesiones de entrenamiento para prepararlos, sobre todo el de esta semana, porque en Lérida jugaremos el viernes. Bueno, son muchas cosas que tendremos que saber gestionar.

—¿Cómo cree que será el partido del viernes en la cancha del Lleida?

—Buff... no lo sé ahora mismo. Es una de las pistas más calientes de la liga, el equipo lleva seis victorias seguidas, creo que han hecho muchísimas cosas bien, y vamos a intentar focalizarnos en nuestros puntos fuertes y aspectos positivos. Y trataremos de controlar el cansancio físico y mental, que es lo más importante en estos momentos.

—¿Qué conclusiones positivas saca del partido de la Copa Princesa contra el Estudiantes en el WiZink Center?

—La primera es que hemos hecho muchas cosas bien para competir en la Copa. Hubo momentos en los que compartimos bien el balón, cargamos bien el rebote... Bueno, en momentos malos, nos hemos sabido sobreponer. Creo que hicimos un muy buen tercer cuarto, después de haber ido perdiendo... en definitiva, creo que hicimos bastantes cosas bien. Incluso nuestra presentación al partido no fue mala. Debemos mejorar aspectos del segundo y del último cuarto. Cada detalle suma. Ahora tenemos que focalizarnos en mejorar esos pequeños detalles para continuar en la lucha.

—Cuando ustedes se retiraban de la cancha del WiZink, el medio millar de aficionados desplazados a Madrid comenzaron a cantar desde las gradas: «Estamos orgullosos de nuestros jugadores».

—Hay una comunión muy buena entre la afición y el equipo. Hay que poner mucho en valor que nuestros aficionados se desplazaron desde A Coruña a Madrid para estar animándonos continuamente. Y el equipo perdió y, aún así, estuvieron ahí. Para nosotros, ellos son muy importantes. Son clave para el futuro del equipo y para mantener los buenos resultados. Y nosotros agradecemos mucho su apoyo y, sobre todo, su esfuerzo. Es muy meritorio lo que han hecho. Y reitero el agradecimiento por todo su apoyo: el recibimiento al autobús, la salida del equipo al parqué del WiZink... Nos sentimos muy orgullosos de la afición que tenemos y ojalá seamos capaces de regalarles más victorias porque ellos lo están dando todo.