El equipo en mejor forma de la categoría apabulló a su rival en Riazor y apunta hacia la ACB
18 feb 2024 . Actualizado a las 18:19 h.Este Leyma pinta muy bien. Es sólido y divierte en la misma proporción. Arrastra de igual modo a los millares de aficionados que ya han hecho un lugar en su agenda quincenal para poblar las gradas del Palacio de los Deportes de Riazor que a los rivales que se niegan a jugar a marcadores elevados. Rehúsan al intercambio de canastas, pero no son capaces de contrarrestar el tsunami naranja. Es lo que hay.
El Betis lo intentó en su visita a Riazor. Comenzó con un aviso en forma de tapón de Galán a Polanco, que se lo tomó como algo personal y se desató a triples. Sin embargo, el Leyma lo encajó como equipo y empezó a carburar a piñón fijo, sostenido en Aris, Barrueta, Burjanadze y Jakovics, con la inestimable colaboración de Huskic, lubricante multifunción.
El partido estaba entretenido. Las sensaciones del cuadro coruñés eran mejores de lo que reflejaba el marcador. No cundió el pánico. Fin de un primer cuarto apretado, tal como comenzó el segundo, en el que el Betis comenzó a sacudir su banquillo. No quedó muy claro si las rotaciones le ayudaron a mantenerse, pero lo cierto es que, desde el ecuador de la segunda entrega, el Leyma aplicó el rodillo.
Escenificó el cambio de marcha con un mate de Diagne y la irrupción de Jakovics. Ahora sí, el marcador acompañaba. 41-32, máxima diferencia. Font entró en escena y la brecha no hizo más que aumentar. El Betis era incapaz de cortar la sangría. La conexión McDonnell-Huskic ya era demasiado.
El descanso fue un alivio para los béticos. Y también debió de haber habido tirón de orejas porque el tercer cuarto ya se dibujaba de otra manera. El rival del Leyma apretó los dientes, le dio movilidad al balón, sobre todo en ataque, seguía sufriendo de imprecisiones (pero menos) y al equipo coruñés le tocó contemporizar. Mientras, la ventaja se esfumaba, aunque el conjunto andaluz nunca se puso por delante en el electrónico, a pesar de la insistencia de Olivera y Almazán, y los arañazos desde el tiro libre. El último minuto sirvió para minimizar un poco los daños, pero el tercer cuarto fue un camino de piedras (71-66).
El capítulo definitivo comenzó con buenas intenciones, pero también con algún error clamoroso, de modo que el partido parecía estar para el que supiese madurarlo. Fue cuando el Leyma se vino arriba, alley up Font-Diagne incluido, para demostrarle al Estudiantes cuál es el camino hacia la ACB. El Betis pasaba por allí. Supo manejarse bien el Leyma en el tramo final, descontrolado y con un rival demasiado tenso. Ya está en lo alto de la LEB Oro, ya que el Estudiantes perdió en Lérida (93-79).
Una semana de parón y visita a la cancha del Clavijo, antes de recibir al Estudiantes
El próximo compromiso del Leyma en la LEB Oro será con motivo de la vigesimosegunda jornada de la fase regular. La competición sufrirá un parón este fin de semana y se retomará el primero de marzo. El equipo naranja tendrá que visitar la cancha del Clavijo, en Logroño (el club organizará un desplazamiento para los aficionados), para una cita que está marcada para el domingo, día 3 (12.00 horas, LaLiga Plus). Media hora después comenzará uno de los partidos claves del campeonato, el que enfrentará en Madrid al Estudiantes contra el San Pablo Burgos, dos rivales directos del Leyma. El siguiente equipo que visitará Riazor será el Estudiantes (viernes, 8 de marzo, a las 20.30 horas, LaLiga Plus).
FICHA DEL PARTIDO
LEYMA (92): Aris (3), Huskic (4), Barrueta (20), McDonnell (8), Galán (8) -equipo inicial, Carrizo (0), Jakovics (13), Diagne (11), Alex Font (15), Pablo Hernández (0), Álex Hernández (0) y Burjanadze (10).
BETIS (78): Polanco (14), Almazán (8), Olivera (19), Faggiano (10), Bisschop (6) -equipo inicial, Wembi (8), Marín (4), Hanzlik (0), Domenech (0), Dedovic (3), Berzins (4) y Kuksiks (2).
PARCIALES: 24-22, 28-21, 19-23 y 21-12.
ÁRBITROS: Cañigueral Novella, Franquesa Vázquez, Diz Felipe.
INCIDENCIAS: Partido de la jornada 21.ª de la fase regular de la LEB Oro, disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor.