Albert Luque, despedido como director deportivo de la selección española de fútbol

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

Kiko Huesca | EFE

El presidente de la RFEF prescinde también del director de márketing, así como de otra serie de cargos involucrados en la operación Brody

15 may 2024 . Actualizado a las 17:15 h.

Pedro Rocha prosigue la limpieza en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El recientemente proclamado como presidente del órgano federativo ha comunicado el despido fulminante de Albert Luque, hasta ahora director deportivo de la selección española, y de Rubén Rivera, responsable de marketing. Ambos fueron apartados de sus puestos el pasado 27 de marzo, después de que el fiscal solicitara para ellos hasta un año y seis meses de cárcel por supuestas coacciones a Jenni Hermoso tras el beso no consentido del exdirigente a la futbolista al término de la final del Mundial femenino disputado el pasado año en Australia y Nueva Zelanda, pero ahora quedan relegados definitivamente de sus funciones.

Luque y Rivera no son los únicos que abandonarán la federación con efecto inmediato. También salen de la misma Pedro González Segura, director de la asesoría jurídica de la RFEF, y el responsable de recursos humanos, José Javier Jiménez, más conocido como Jota. Estos dos últimos fueron apartados y relegados de sus funciones el pasado 21 de marzo, un día después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entrase en la sede Las Rozas para practicar una serie de registros relacionados con presuntos contratos fraudulentos firmados durante la etapa de Luis Rubiales al frente de la RFEF, la conocida como operación Brody.

El despido más relevante es el de Albert Luque. Director deportivo de la selección española desde enero del 2023, el exfutbolista de Mallorca, Málaga y Deportivo entre otros equipos, era un peso pesado dentro de la FEF y uno de los principales valedores para el ascenso en su día de Luis de la Fuente al cargo de seleccionador absoluto. Sin embargo, su nombre quedó manchado por su estrecha relación con Rubiales y el papel que jugó en las presunta coacciones del exdirigente granadino a Jenni Hermoso para que esta quitase hierro al beso robado tras la final del Mundial femenino celebrada el 20 de agosto del pasado año en el Estadio Australia de Sídney.

Luque, al igual que Rubén Rivera, fue imputado el pasado 27 de septiembre por un presunto delito de coacciones a Jenni Hermoso y seis meses después era apartado de su puesto hasta que se esclareciese su horizonte judicial. Pese a ello, seguía percibiendo su sueldo íntegro puesto que Rocha atendió la recomendación del despacho de abogados Sagardoy, especialista en derecho laboral, para evitar complicaciones.

Sin embargo, una vez proclamado presidente de la RFEF, el dirigente extremeño, quien estos días se encuentra en Bangkok participando en el 74.º Congreso de la FIFA, ha decidido cortar por lo sano y dar carta de naturaleza a una serie de despidos que tienen por objetivo limpiar la imagen de la institución, severamente dañada por la cascada de escándalos que se han sucedido en los últimos meses. Con la Eurocopa a las puertas y otro proceso electoral que debe abrirse en tres meses, no hay sustituto a la vista para Albert Luque.