El City hace historia al conquistar su cuarta Premier League consecutiva

Daniel Panero COLPISA

DEPORTES

Molly Darlington | REUTERS

El enorme equipo no dio opción al Arsenal y se impuso al West Ham con un doblete de Foden y un tanto de Rodrigo (3-1)

19 may 2024 . Actualizado a las 20:48 h.

La tiranía del Manchester City en la Premier League continúa. El conjunto que dirige Guardiola se impuso este domingo por 3-1 al West Ham en el Etihad Stadium y no dio opción al Arsenal en la lucha encarnizada que mantienen por el título desde hace semanas. Los skyblue, gracias al doblete de Foden y un tanto de Rodrigo, hacen historia con la cuarta liga consecutiva, algo que nunca se había logrado en Inglaterra y que sitúa a Pep con seis entorchados, solo por detrás de la astronómica cifra de Sir Alex Ferguson, campeón en 13 ocasiones.

«Demostremos lo que esto significa para nosotros», gritaba Kyle Walker en el rondo antes de empezar el partido. Tras él, una caldera. El Etihad era una olla a presión dispuesta a llevar en volandas a los suyos en una cita con la historia. Nunca antes un equipo había ganado cuatro ligas inglesas de forma consecutiva, un botín suficientemente jugoso como para que Pep Guardiola tuviera esa sonrisita que se le pone cuando está cerca de la línea de meta. Y es que una victoria era suficiente para no mirar de reojo al Arsenal y lo sabía el de Sampedor, que salió con todo. Rodrigo fue la balanza y por delante una basta acumulación de talento, liderada por Phil Foden, flamante MVP de la Premier League.

El centrocampista de Stockport está este curso tocado por una varita mágica. Ha pasado de estar en la rotación a ser indispensable. Juega como los ángeles y golpea como un demonio. Lo ha hecho a lo largo de todo el curso y no iba a ser menos el día de la coronación. Había pasado apenas un minuto de juego cuando recibió un balón en la frontal, se giró y soltó un latigazo a la escuadra inapelable para Areola. Fue un misil, un chute de energía que puso patas arriba a los 55.000 allí presentes y que, de paso, servía para aplacar la fe del Arsenal, que veía por el videomarcador desde Londres como sus opciones de ganar la Premier League menguaban.

Avalancha El gol fue el inicio de una avalancha. Todos los caminos conducían a la meta de Areola. Probaron De Bruyne, Rodrigo y Doku en una fina lluvia que cada vez calaba más a los de David Moyes, que eligió una mala tarde para despedirse del West Ham. El gol era cuestión de tiempo y ahí estaba de nuevo el jugador que rompe moldes en Inglaterra, tierra de jugadores más bien corpulentos. Foden lo tiene todo, encajaría como un guante en la España de Luis Aragonés o en la Alemania de Joachim Low. Se adentró en el área y midió los tiempos a la perfección para aprovechar un envío lateral de Doku, omnipresente en el primer acto, y poner aún más cerca un título que ya acariciaban los de Pep.

Y es que la fiesta había empezado y lo pagó un City que antes del descanso levantó el pie del acelerador y vio como Kudus se lo hacía pagar con una chilena extraordinaria imposible para Ortega. Por suerte para los mancunianos, la Premier seguía en sus manos con el triunfo por la mínima y el provisional pinchazo del Arsenal, que no pasaba del empate a uno frente al Everton.

Tras la reanudación, al City le tocó masticar el partido. Los de Pep embotellaron de nuevo al West Ham, que cedió metros, y comenzaron a mover a su rival de lado a lado, esperando una fisura que tarde o temprano iba a llegar. Gvardiol y Kyle Walker se sumaron a la medular y liberaron así a Foden y De Bruyne para encontrar espacios entre líneas. Para entonces ya parecía un partido de balonmano y el gol llegó por aplastamiento después de una jugada que acabó en los pies de Rodrigo, siempre listo en una cita importante. El centrocampista madrileño hizo su ya clásico pase a la red con una sutileza diametralmente opuesta al jolgorio que su acción iba a desatar en la grada.

La fiesta ya era total en el Etihad, no así para un Arsenal que seguía sin poder hincarle el diente al Everton. El City tenía la Premier en las manos y ya no la iba a soltar. Guardiola solo introdujo a Aké en la recta final y se dejó llevar hasta el pitido final, ese sonido maravilloso para los skyblue que culmina una tiranía de cuatro años nunca antes vista en Inglaterra. De poco le valió a los de Arteta marcar a última hora (2-1), el City ya tenía su cuarta Premier League consecutiva, la sexta para un Guardiola insaciable que suma ya 38 títulos en su carrera y que podría ganar aún la FA Cup antes de finalizar el curso si logra imponerse al United en la gran final.