La anciana no subrogó a su debido tiempo el contrato de alquiler, firmado por su marido en 1967, y la familia propietaria de la vivienda le dio un plazo de dos años para abandonar la vivienda que tocaba a su fin
14 jun 2024 . Actualizado a las 10:32 h.Final feliz para María, una mujer de 87 años que llevaba más de media vida residiendo en un bajo de la calle Mesón de la ciudad de Cádiz. Concretamente, su marido firmó el contrato de alquiler en 1967, estando sometido entonces a la ley de vivienda de 1964. Sin embargo, cuando el hombre murió María y sus hijos no subrogaron dentro de plazo el contrato aunque tenían derecho a ello. Eso abocó a la anciana a recibir finalmente un ultimátum de los propietarios, que llevaban tiempo queriendo vender la propiedad. O se iba en un plazo de dos años o sería desahuciada. La batalla judicial tenía fecha para ser ejecutada: el próximo 26 de junio.
Los propietarios, varios miembros de una misma familia, no solo quisieron en los últimos tiempos vender la casa de María. Al pertenecerles todo el edificio tan solo quedaban ya dos viviendas de las que deshacerse (el inmueble cuenta con seis en total). La de la anciana y otra que se regía por un contrato de renta antigua y que no podrá venderse hasta que fallezca el inquilino. Así que no parecía fácil, dada la forma de actuar de los dueños, que la historia tuviese final feliz.
Pero fue tal la movilización social en el barrio gaditano del Pópulo para apoyar a esta señora, que cuando llegó a los oídos de los dirigentes del Cádiz C.F., equipo que esta temporada descendía a Segunda División, se obró el milagro. A través de la Fundación del conjunto andaluz se ha comprado la vivienda por 147.000 euros, comprometiéndose los que hasta ahora eran propietarios a anular la orden de desahucio en el juzgado. Ella mantendrá su alquiler tal y como estaba y habitando la vivienda. La solidaridad del equipo de fútbol permitirá así a María residir en su casa de toda la vida hasta el fin de sus días.