A Coruña, Santiago, Vigo, Pontevedra, pero también una Silleda pendiente de Joselu Mato o una cafetería de Ourense con Vivian, siguieron con detalle en las pantallas gigantes el España-Inglaterra
15 jul 2024 . Actualizado a las 10:51 h.Desde las siete ciudades a localidades como Silleda, con un hijo pródigo vistiendo de rojo, Galicia se viste de largo para vivir en las calles la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra. Todo ello en muchos casos desafiando a los elementos porque la previsión es de lluvia precisamente desde la hora del comienzo del partido, 21.00 horas.
La capital gallega, Santiago, se despertaba este domingo más futbolera que nunca y, desde primera hora de la mañana, muchos lucían ya con orgullo la camiseta de la selección el día de la esperada final. Con una pantalla gigante instalada por la Deputación de A Coruña en la Praza Roxa, a las 17.00 horas ya había aficionados ocupando varias mesas de las terrazas que dan servicio en este céntrico emplazamiento. Y, pasadas las 18.00 horas, las banderas rojigualdas ya empezaban a ondear en una plaza que ha sido testigo de las grandes celebraciones futbolísticas de la historia reciente. Entre otras, la memorable final del 2012 en la que España ganó su tercera Eurocopa frente a Italia.
Ni la lluvia fina que empezó a caer en los primeros minutos impidió los «olés» entre los aficionados a cada pase de España.
Con el descanso, y a pesar del aguante de la afición de Compostela, muchos decidieron buscar una pantalla bajo el techo cubierto en el descanso. Hoy las banderas y bufandas rojigualdas están sirviendo como chubasquero a buena parte del público en la Praza Roxa de Santiago
En Ourense, el partido se vivió en las dos pantallas gigantes, ambas en el caso histórico, que ha instalado el Concello. Una de ellas está en la Praza Maior, y hay otra en la cercana de Santa Eufemia. En el entorno, locales que incluso se reservaron mesas para que sus fieles puedan ver la final en la terraza. También hay quien hace negocio entre tanto ambiente vendiendo cornetas.
Con todo, la salida de los jugadores al terreno de juego ha sido el gran momento para venirse arriba.
La otra referencia de la ciudad está en la Cafetería Vivian, donde vivió de manera especial la Eurocopa porque es propiedad de los familiares de Dani Vivian, el jugador del Athletic Club de Bilbao con raíces por parte paterna en el pueblo de Berrande, en el municipio ourensano de Vilardevós. Con todo, había mucha prudencia en la primera parte porque no veían que el partido se pusiese de cara para el fútbol de la selección.
En Silleda, los aficionados se concentraron en el pabellón César G. Fare, a pocos metros del campo de fútbol que lleva el nombre de Joselu Mato. A las ocho de la tarde comenzaron a llegar los primeros. Los más jóvenes, muchos con camisetas de la selección española, se disponían tomar posiciones para seguir el partido en la pantalla gigante instalada por el Concello. Aseguraban que España se llevará la Eurocopa y confían en que su paisano tenga minutos en el choque ante Inglaterra.
En Ferrol, miles de personas se dieron cita en la ferrolana plaza de Amboage y en las calles del casco histórico de Ferrol, en la pantalla gigante allí instalada, para seguir la final.
Cuando faltaban minutos para el comienzo del encuentro, el casco histórico de Ferrol se llenaba de personas de todas las edades (también familias con niños, pero en su inmensa mayoría grupos de jóvenes y de adolescentes) que buscaban juntas el desarrollo del encuentro, alrededor de la pantalla gigante.
Con el descanso llegaba la lluvia y, como en otros puntos, tocaba usar las banderas para cubrise. Aún así, allí aguantaron animando sin descanso.
Lugo también volcaba ya con España desde un buen rato antes de que comenzase la final de la Eurocopa. La Plaza de Santa María, donde se proyectó el partido en una pantalla gigante, se fue llenando de aficionados desde las siete de la tarde.
Los bares del casco histórico estuvieron repletos a lo largo de todo el día y el rojo y el amarillo de las banderas y las camisetas tiñe ya la ciudad bimilenaria.
Público de todas las edades, desde niños hasta abuelos, se concentraron sobre todo en la Praza de Santa María. Uno de los enclaves con más historia de Lugo sirvió como escenario para el fervor de la afición, que disfruta del partido el pie de la Catedral y a apenas 200 metros de la Muralla romana.
En A Coruña, mucho ambiente también en la explanada de Riazor, donde hace pocas semanas se vivía el ascenso del Deportivo. Allí se ha aprovechado la fan zone preparada para el choque de la selección femenina del próximo martes.
Media hora antes de empezar el encuentro la zona estaba ya llena de gente. Los presentes disfrutaron de la música de un dj, que compaginó sus discos con el sonido de fondo de la gran pantalla. Muchos acudieron con la cara pintada con los colores de la selección. No fueron pocos los que apuraron la previa en los bares de la zona antes de desplazarse hasta la pantalla.
A las nueve y veinte de la noche caía un fuerte chaparrón en toda la ciudad. La gran mayoría que visionaba el partido en la gran pantalla de Riazor se quedó pero durante se notó bastante los que corrieron hacia casa o hacia los bares.
Gran ambiente también en la plaza de España de Pontevedra a minutos de que arranque la final. Envueltos en plásticos impermeables unos (porque el cielo amenaza continuamente con escupir agua) y en banderas españolas otros, numerosos fútboleros aguardan al pitido inicial.
Como anécdota, el rojo y amarillo de las banderas y camisetas contrasta con la enorme bandera multicolor, heredada del día del Orgullo, que luce en el balcón de la casa consistorial antigua de Pontevedra.
Uno de los momentos fue el del himno nacional, coreado por muchos para dejar paso al silencio absoluto ya con la mirada atenta a la pantalla.
Hay muchos jóvenes pero también familias al completo y mayores, casi todos ataviados con banderas de España. La gran mayoría siguió el partido de pie y algunos niños hicieron corrillos en el suelo. Aunque la temperatura no invitaba a sacarse la cazadora, habçia que lucir camiseta y, como mucho, sacudirse el frío envolviéndose en la bandera.
La presencia de público para ver la final de la Eurocopa en Vigo fue mayoritaria en el parque de Castrelos. Ni la lluvia que empezó a caer en el minuto 20 de encuentro ahuyentó a la audiencia. La otra pantalla se ubicó en la plaza de la Estrella, y reunió también a numeroso público. El suficiente para completar buena parte del aforo. Pero mucho menos que el reunido en Castrelos. Lo que sí era igual frente a ambas pantallas era el color rojo, representado en forma de banderas de España, camisetas de la sección o rostros pintados con los colores de la bandera.
En Vilagarcía, la plaza de A Peixería amenazó con venirse abajo con los gritos, los aplausos y los abucheos que emiten, todas a una las cientos de personas que se dieron cita para ver la final de la Eurocopa en la pantalla gigante instalada por el Concello.
Espectacular el seguimiento también en Foz, donde nadie se quiso perder este encuentro definitivo de la Eurocopa. El ambiente fue espectacular en la pantalla instalada en el paseo da Ribeira, donde se celebró la tradicional sardiñada por la fiestas del Carmen.
En Ribeira la final vivió con intensidad en los principales locales hosteleros de la localidad. La ausencia de pantallas en las calles propició la congregación de personas en las terrazas cubiertas y en el interior de los bares.
Con el final llegó el delirio. Nadie se movió de sus pantallas a pesar de la lluvia. Una afición que no ha dejado caer a esta selección en ningún momento.