Williams fue nombrado mejor jugador del partido, después del gol que le regaló Lamine Yamal y que abrió el camino hacia el título
15 jul 2024 . Actualizado a las 10:53 h.El Niño Torres fue el héroe de la segunda Eurocopa que ganó España, allá por el 2008, venciendo en la final a Alemania. Fue el inicio de un ciclo espectacular de una selección que, precisamente en la capital germana, sumó un nuevo hito al conquistar su cuarto trofeo Henri Delaunay. Lo hizo además, en gran parte, gracias a dos niños, uno que acaba de cumplir 22 años y otro que recientemente alcanzó los 17. Ríos de tinta se han escrito ya para alabar a estos dos futbolistas y todavía quedan mares. Lamine Yamal, su gran amigo, asistió, y Nico ejecutó para hacer el primer tanto de la final. Jugada trepidante, de las que marcan el sello de esta España. «Hermanos de gol», publicó la cuenta oficial de la selección española en la red social X, en la que ya hay perfiles que hablan de una «dupla legendaria».
«Soy de Pamplona y es verdad que estoy todos los años allí, pero si me lo pierdo por llegar a la final, bienvenido sea. Ojalá y dios quiera que sea así», dijo el pequeño de los Williams cuando comenzaron las fiestas de San Fermín. Valió la pena que este año se perdiese las celebraciones.
El futbolista navarro fue el más activo en ataque y no solo se entendió a las mil maravillas con Yamal, también creó peligro asociándose con un Dani Olmo que no marcó después de haberlo hecho en las tres anteriores eliminatorias, pero que sacó sobre la misma línea de gol un remate inglés en los últimos minutos.
Como era de esperar, Nico fue nombrado el mejor jugador del partido. Con ese galardón en la mano, declaró que estaba «eufórico, muy contento» y dejó una frase que muestra las intenciones y la ambición de este equipo: «Ojalá seguir así con la selección y ahora, a por el Mundial». Reconoció que el partido no fue sencillo: «Hemos sufrido mucho. Ellos tienen jugadores que pueden marcar diferencias. Somos un equipazo y toda la gente se merece esto».
Por todo el campo
Lo habitual en esta Eurocopa fue ver a Nico Williams corriendo por la banda izquierda, volviendo locos a los defensores rivales. Ante Inglaterra, se pudo ver al futbolista español también por la derecha y el centro, por donde hiciera falta para buscar la portería defendida por Pickford.
Estuvo cerca de hacer el segundo y podría haberlo firmado si Morata no se la hubiese jugado con un disparo desde la frontal cuando estaba bien tapado por un central inglés y le hubiese dado la pelota a un Williams que estaba solo en el área. Él fue de los más insistentes, verticales y desequilibrantes del encuentro.
«Que orgulloso estoy de ti», dijo su hermano Iñaki en redes sociales, donde también publicó «un día más en la oficina» acompañando una foto que anunciaba que Nico era el mejor jugador del partido.