Es un todo o nada. Para los dos equipos. Llegan Grecia y España atados de manos. Sin margen de error. Las derrotas frente a Canadá y Australia ponen contra las cuerdas a los equipos europeos. Antetokounmpo ante Lorenzo y sus muchachos. Empache mañanero.
Gracias a organizar el preolímpico en ambos países, Grecia y España, España y Grecia se cruzan este martes en Lille. Ambos equipos no fallaron en el paso previo a los Juegos Olímpicos y ahora tienen una oportunidad de seguir en la lucha. Acto encarnizado para ambos. Los griegos dieron buena paliza en semifinales a Luka Doncic y sus colegas eslovenos. Luego no fallaron con Croacia.
Llega Grecia a los lomos del 34 de los Bucks. Antetokoumpo lo es todo en esta selección helena. Mucho más desde la lesión de Sloukas. Otro jugador que era generador de juego. Es una baja muy importante para los griegos. Solidez en el exterior con la pareja Calathes y Walkup, con el tres clásico que abre defensas desde la línea de tres puntos y la exuberancia del mejor físico del planeta. A eso se mide España.
Un combinado nacional apurado en todos los remates. Cosido de miles de formas para dar algodón y azúcar a esta nueva selección española. Veremos nuevamente zonas, caja y uno, defensa organizada, enjambre de jugadores cada vez que Antetokoumpo reciba el balón. No hay lugar a otra cosa. Así que nos debemos al día de Lorenzo desde el exterior para destapar la caja.
No tenemos mucho tiempo para llorar. Hay que subir el porcentaje de tiros exteriores y lograr controlar el rebote. Es básico en nuestras oportunidades para llevarnos el triunfo. Así que crucemos los dedos y soñemos un día más. Para que la fiesta no termine antes de tiempo. Una derrota nos dejaría casi muertos a la espera de Canadá. Pero, bueno, eso es otro cantar. A darle duro.