Pese a un problema en el tobillo, dominó las clasificatorias con casi dos puntos de renta sobre Andrade en el concurso completo y optará a cinco medallas de oro
29 jul 2024 . Actualizado a las 09:12 h.Un Bercy Arena repleto y el mundo entero la miraban. Enfrente la barra de equilibrios, el mismo aparato ante el que hace tres años en Tokio decidió parar, bloqueada por un trastorno mental. Y encima Simone Biles (Columbus, Ohio, 1997) se lastimó un tobillo durante su primer ejercicio. Nada de eso supuso un impedimento para una mujer más fuerte y preparada que nunca para ampliar su leyenda tras 30 medallas en campeonatos del mundo y otras siete olímpicas. La prodigiosa gimnasta estadounidense ya ilumina los Juegos Olímpicos de París 2024 y buscará cinco oros.
Con apenas 142 centímetros de altura, Biles volvió a hacerse gigante entre ovaciones. Muy concentrada, también enseñó su sonrisa y se atrevió a bailar con compañeras de un equipo estadounidense en el que ejerce de líder desde el ejemplo y el cariño en la segunda subsección de las pruebas clasificatorias de gimnasia artística, en la mañana de este domingo. Junto a Suni Lee, Hezly Rivera, Jade Carey y Jordan Chiles acumuló 172,296 puntos para acceder como primeras a la lucha por las medallas por conjuntos de mañana (18.15 horas). Les siguieron Italia, China, Brasil, Japón, Canadá, Reino Unido y Rumanía.
59,566 de los puntos de Estados Unidos llevaron la firma de una Simone que se estrenó con un triple giro y dos saltos mortales que valieron un 14,733 en la barra fija. Tras algunos gestos de dolor, atendida por la médica y con un vendaje en su tobillo, continuó brillando en una espectacular rutina de suelo al ritmo de Ready for It, de Taylor Swift. Valió un 14,600.
El Biles II
Quedaba lo mejor. Con solo un pequeño paso de imperfección en el aterrizaje, la campeonísima mostró por primera vez en unos Juegos Olímpicos el yurchenko doble carpado que lleva su firma desde el Mundial de Amberes el pasado octubre, el Biles II. Los jueces le dieron un 15,800, aunque un segundo salto menos espectacular dejó en 15,300 su nota en el potro.
En las barras asimétricas, su prueba menos propicia, cumplió con un 14,333, pero esa será la única final en la que falte tras una emocionante presentación en París 2024.
«Estoy orgullosa de ella», proclamó su entrenadora y seleccionadora americana, Cecile Landi. «Hay un par de cosas que puede pulir aquí y allá, pero estoy muy contenta por ella», añadió después de que su pupila reservase el elemento nuevo que anunció en las barras asimétricas. Quizás lo prueba el martes, ya con la medalla por equipos en juegos.
«Está muy bien, sigue yendo a terapia y por supuesto estamos para escucharla cuando lo necesite», explicó además sobre los twisties —un trastorno mental que provoca la pérdida de orientación en los saltos— que sufrió Biles en Tokio 2020. Aquel capítulo que concienció al mundo sobre la importancia de la salud psicológica parece haber hecho todavía más fuerte a una supermujer dispuesta a hacer historia en su probable último concurso olímpico.
Andrade, a 1,866 puntos
Rebeca Andrade, la brasileña a la que otorgan más posibilidades de desbancar a la estadounidense, también ofreció buenas sensaciones en su estreno, ya por la noche. Se quedó a apenas 1,866 puntos en el concurso completo y dio señales de poder elevar el nivel si pule algunos detalles. Obtuvo una media de 14,683 para colarse directamente en la lucha por las medallas en el salto del potro —donde es campeona del mundo—. Al igual que Biles, tampoco progresó en las asimétricas, donde cometió un error. Con un 14,500 dejó muy abierta la competición en la barra fija y se quedó en 13,900 tras rozar la caída en el suelo.
En las barras asimétricas, donde no estarán ninguna de las dos favoritas, se postuló la argelina Kayla Nemour con un brutal 15,600.
Menos abierto parece el título por equipos, con los 172,296 puntos de Estados Unidos. Italia fue quien más se le acercó, a solo 5,435 unidades, mientras que China logró 166,628.
La gran decepción de la jornada la protagonizó el combinado francés, que no logró lucirse ante su público. «No ha funcionado nada de lo que he trabajado los últimos tres años», reconoció entre lágrimas su estrella, Melanie dos Santos.