Rodrigo Conde, a la final del doble scull de los Juegos de París

X.R.C.

DEPORTES

Yara Nardi | REUTERS

El moañés y su compañero Aleix Garcia fueron segundos en la semifinal

30 jul 2024 . Actualizado a las 11:29 h.

Hace poco más de tres años, Rodrigo Conde renunció al sueño olímpico, pese a tener la plaza para Tokio en el doble scull ligero. Se plantó ante la tiranía de la báscula, cansado de hacer mil locuras (pasar hambre, deshidratarse, hacer cinta con la calefacción a 40 grados) para pesar 70 kilos y hoy es un flamante finalista olímpico en el doble scull pesado, y serio candidato a medalla formando equipo con el catalán Aleix García. Ayer, en la semifinal, fueron segundos y se aseguraron un billete para la final de mañana, la que puede dar la primera medalla al remo español cuatro décadas después del último éxito (Los Ángeles 1984).

El equipo con la velocidad punta más alta de todos

Por Jesús González 

Creo que alguna medalla se van a traer Rodrigo y Aleix. Confieso que no soy imparcial, pero tal y como compiten, son un equipo muy peligroso. Veo a Conde tranquilo, concentrado y convencido de sus posibilidades. La semifinal fue una regata muy dura con Serbia, que era el cuarto en discordia, tensando la prueba más allá de lo esperado, lo que obligó a todos sus rivales, incluidos Rodrigo y Aleix, a dar lo mejor de sí.

Ahora les espera otra batalla. A priori, Irlanda y Holanda son los dos enemigos a batir. De hecho, parece que los dos tienen un pelín más de favoritismo que el resto, pero no se puede obviar que los seis barcos finalistas están en dos segundos, y aunque seguramente esa no sea la foto de la final, está claro que el nivel está muy parejo y, por lo tanto, puede ser oro, pero también sexto por la igualdad que hay.

Para mí, Rodrigo Conde y Aleix García son el equipo que tiene la velocidad punta más alta, tanto en la salida como en el final, pero en París se han visto sorprendidos por la velocidad media del bote irlandés, un equipo que llega con el aval de la medalla de bronce en el Mundial.

En la regata definitiva, me imagino al doble scull español saliendo delante, con los Países Bajos e Irlanda con una velocidad media un poco superior en teoría y en los últimos 300 metros habrá una subida brutal de los nuestros, con Nueva Zelanda y Estados Unidos, e incluso Rumanía, también apretando mucho. Se va a decidir todo al final y espero que con el bote de España en cabeza.

Para cualquier deportista, el sueño es estar en unos Juegos Olímpicos. Rodrigo Conde me reconocía ayer que una cita así es otra historia, que no tiene nada que ver con una prueba de tanto nivel como puede ser un Mundial, que está a otro nivel, y si encima estás con la opción de medalla, eso ya es lo máximo.

Están en la final, ya casi pueden tocar la medalla y encima están en disposición de romper una sequía de 40 años. Si suben al podio, sería muy bueno para nuestro deporte y también para las nuevas generaciones que vienen en camino. Además, ellos no son la única opción, porque tenemos otros dos barcos, uno de ellos el de Caetano Horta, con serias posibilidades. Los Juegos de París pueden ser históricos para nuestro deporte

El equipo español apostó por sus armas. Si en la primera criba tomaron varios cuerpos de ventaja en la salida, en esta ocasión, su intensa puesta en escena se encontró con la marcha alta de la repescada embarcación serbia formada por Mackovic y Pimenov, manteniéndose en todo momento en posición de finalista (pasaban los tres primeros).

A mitad de regata, el bote de los Países Bajos, integrado por Melvin Twellaar y Stef Broeninky, el principal favorito de la serie, comenzó a subir el ritmo de palada hasta colocarse en primera posición, con Serbia como segunda y el combinado español en la tercera posición. En la recta final de la semifinal, Rodrigo y Aleix, como de costumbre, aumentaron el ritmo para evitar la amenaza del bote rumano formado por Sebastian Cornea y Marian Florian Enache, adelantaron a Serbia (que al final fue cuarta y se quedó fuera de la final) e incluso llegaron incomodar a los neerlandeses, vigentes subcampeones olímpicos, que terminaron por llevarse el triunfo.

En todo momento, el doble scull español dio muestras de fiabilidad y confirmó el buen estado de forma que llegó al estadio náutico de Vaires-sur-Marne con la única misión de subirse al podio olímpico después de haber conquistado el subcampeonato mundial. Rodrigo Conde y su compañero dieron la impresión de guardarse un cambio para la gran final, además de ahorrarse todas las fuerzas posibles para la tercera y definitiva regata.

Rivales

España tendrá como rivales en la final de mañana a Países Bajos, Rumanía, Irlanda, Estados Unidos y Nueva Zelanda. Con tres de esos cinco botes ya se enfrentó en los Juegos de París, porque a la lucha con neerlandeses y rumanos de ayer, le tiene que añadir el duelo del primer día con los irlandeses, que le ganaron en la primera serie clasificatoria después de remontar.

Rodrigo Conde y Aleix García pasaron a la final con el quinto mejor tiempo de los clasificados. Los irlandeses marcaron el mejor registro por delante de los tulipanes, siendo terceros los americanos y cuarta Nueva Zelanda. Tiempos que solo pueden resultar estimativos, porque tal es la confianza del moañés, que les dijo a sus padres que viajasen para la final. Hasta la fecha, sus progenitores le vieron en la distancia desde Moaña, pero mañana (11.30 horas, RTVE Play)estarán en la pista olímpica para un vivir en primera persona lo que puede ser un día histórico. El premio a un remero de Tirán que se cansó de luchar contra la báscula y decidió volar hacia el podio olímpico.