Estamos acostumbrados a que las gimnastas no fallen, casi parecen robots. Las más experimentadas están dando esa visión, pero también cometen errores, son cosas del directo.
Biles ha vuelto en los Juegos Olímpicos de París 2024 más fuerte, más madura. La he visto disfrutar, pero también más humana, con las emociones a flor de piel. También falla.
Su caída en la barra de equilibrio ya la alejó mucho del podio. Aunque tiene una buena nota de dificultad no es suficiente para compensar en barra. Ha habido muchos tropiezos, errores que son muy visuales, creo que en general estaban bastante nerviosas.
En el caso de Andrade, no cae, pero tiene varios desequilibrios y pierde más de 0,2 en dificultad. Además comete bastantes titubeos, no fallos muy graves, pero le bajan también la nota de ejecución.
Desde fuera, las puntuaciones pueden parecer injustas o premeditadas, pero somos siete jueces diferentes, sin saber ninguno la valoración del otro. Simplemente aplicamos el código y ponemos una nota de ejecución según lo que vemos. Se sacan las altas y las bajas y hacen una media que se suma a la de dificultad, que es la que se puede reclamar, como ha hecho Chiles.
El triunfo de Alice D'Amato, además, es muy merecido. Italia, Rumanía y Brasil vienen trabajando muy bien para sacar el máximo partido al código, subiendo la dificultad, para acercarse a Estados Unidos. Las italianas tuvieron un ciclo olímpico durísimo, con lesiones, pero han hecho un gran trabajo.
Zeltia García es juez internacional y entrenadora nacional de gimnasia artística