El análisis de Fernando Rey Tapias: La importancia del entorno de Alcaraz

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Javier Rojas / Zuma Press / Cont | EUROPAPRESS

La derrota del español en el US Open enciende las alarmas y siembra dudas sobre su trayectoria

30 ago 2024 . Actualizado a las 20:26 h.

La derrota en tres sets de Carlos Alcaraz en la segunda ronda del US Open ante un jugador de nivel medio, y la forma en que se produjo, encienden las alarmas y siembran dudas sobre la gran trayectoria que a su edad lleva el joven murciano.

En un primer análisis, y teniendo en cuenta que a su edad ha ganado cuatro grand slams y cinco Masters 1000, sería poco serio criticarle por dos derrotas ante rivales inferiores, con posterioridad a la pérdida del oro ante Djokovic en los Juegos Olímpicos.

Pero si ya profundizásemos en ese análisis, esas derrotas han tenido el denominador común, de una carencia total de Carlos en saber sobreponerse a un mal momento durante los partidos, a una falta de confianza en sí mismo, dando la imagen de no ser capaz de superar cualquier dificultad que se le presente, y esa tensión negativa la notan sus rivales que se aprovechan de ello.

La aparición de Alcaraz en el circuito asombró por muchos motivos: la potencia de sus golpes, su físico, los cambios de ritmo con las dejadas, pero fundamentalmente su desparpajo, la alegría con la que jugaba, desinhibido, disfrutando en cualquier escenario como si estuviese en el jardín de su casa, un espectáculo garantizado para los aficionados, y un rival inaccesible para casi todos los jugadores.

Cambio de actitud

Con los grandes títulos, llegó al número 1 y la sensación de que iba a ser el relevo de Nadal, Federer y Djokovic. Pero en estos últimos tiempos, la actitud del español cambió drásticamente: rostro contraído al salir a la pista; frases fuera de tono hacia su banco, «es que no sé que hacer», que culminaron con la rotura de raqueta frente a Monfils, en una desagradable imagen que acabó la simpatía de muchos aficionados. Y ahora, la repetición de sentirse sin ideas, para evitar ser claramente superado frente a un jugador muy inferior a él como Van de Zandschulp.

Alcaraz ya no sonríe en la pista, no domina a los contrarios como hacía antes, ni recupera esporádicos bajones como antaño. Sus contrarios se han dado cuenta de que deben evitar que lleve la iniciativa, y son conscientes de su estado de ansiedad.

En el tenis, si te paras tienes dificultades y, si los rivales te descubren puntos débiles, tienes un serio problema. El murciano decía en la rueda de prensa posterior al partido que notaba que, en vez de dar dos pasos hacia adelante, los había dado para atrás. Cierto, pero ahí radica en mi opinión la crisis del español.

Comparación con los grandes

Juan Carlos Ferrero, llegó a número 1, pero con poco tiempo para notar lo que se sentía, y además su carácter sobrio y sencillo le ayudó a evitar presiones externas. Alcaraz, por el contrario, ha llegado a la élite muy joven con toda la vorágine a su alrededor, y mostrando su carácter ingenuo allá donde se le requería, sin evitar las muchas ruedas de prensa, actos publicitarios a diestro y siniestro. Esto a la larga, te pasa factura.

Rafa tenía a su tío Toni, inflexible con sus deberes deportivos de su sobrino, y con un segundo filtro protector con Barbadillo como jefe de prensa. Mirka Federer, ejercía con mano de hierro la agenda de Roger, supervisando personalmente que se cumpliesen los horarios compatibles con sus obligaciones deportivas.

En el caso de Carlos Alcaraz, ya hace tiempo que comenté que estaba muy desprotegido ante todos estos factores que sin duda influyen en tu rendimiento. El otro día lo corroboró Ion Tiriac una de las personas con más experiencia y peso en el tenis mundial.

Ferrero es sin duda un gran entrenador para Carlos, y Molina un buen agente, pero algo falla en la estructura y el rostro de Carlos en la pista lo delata. Creo que la forma en que ha educado a su hijo Carlos padre ha sido ejemplar, pero también que en estos momentos la mirada de Carlitos tiene que focalizarse en Ferrero, sin que nadie lo distraiga, conseguir ser más maduro y resetear su juego.

La comunicación y la relación con las marcas publicitarias son muy importantes, pero no debe distraer ni interferir el óptimo estado del jugador. Alcaraz es joven y debe aprovechar sus extraordinarias experiencias para avanzar en madurez y volver a ser el jugador que maravilló en los últimos años a los aficionados de todo el mundo.