El Barcelona se da un festín antes del parón

Daniel Panero COLPISA

DEPORTES

Raphinha celebrando su tercer gol en el partido entre el Barcelona y el Valladolid
Raphinha celebrando su tercer gol en el partido entre el Barcelona y el Valladolid AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

El equipo azulgrana sigue con pleno de victorias tras arrollar al Valladolid, con triplete de Raphinha y goles de Lewandowski, Koundé, Dani Olmo y Ferran Torres

31 ago 2024 . Actualizado a las 20:59 h.

Sin tiempo que perder. Así salió el Barcelona a jugar contra el Valladolid. Flick repitió la estructura de los últimos partidos, ese 4-2-3-1 ya habitual, pero lo hizo con las novedades de Balde, Casadó en lugar del Marc Bernal, y Dani Olmo en la mediapunta. La apuesta era morder al equipo rival, robar la pelota y ser verticales para tratar de sorprender a un grupo que se presuponía organizado.

La idea no pudo salir mejor. Lamine Yamal y Balde daban amplitud en los costados y los espacios intermedios los aprovechaban a la perfección los peloteros por dentro para ser dañinos y comenzar un goteo constante. Y es que la fórmula del Barça consistía en ser una fuente inagotable. De ella manaba una circulación veloz con jugadores como Casadó, Pedri, Raphinha o Dani Olmo, cuatro futbolistas que intercambiaron posiciones y que fueron indetectables para el equipo dirigido por Paulo Pezzolano.

Avisaron Dani Olmo con un rechace que se estrelló en la madera y Lewandowski y Raphinha con dos disparos desde la frontal que blocó Hein. El gol era cuestión de tiempo y llegó por medio del brasileño, muy participativo toda la tarde. Cubarsí puso un balón a la espalda de los centrales y Raphinha definió con la zurda para adelantar al equipo azulgrana y allanar el camino.

La grieta ya había sido detectada y al Valladolid le entraba agua por todas partes. Lamine Yamal repitió la idea del primer gol con un balón en profundidad a Lewandowski para que el polaco hiciera el segundo y continuara un festival ante el que el Lluis Companys se frotaba los ojos. El Barcelona disfrutaba por primera vez en mucho tiempo y quería más. Dani Olmo se topó otra vez con la madera y el tercero llegó al filo del descanso con un rechace que cazó Koundé para dejar el partido visto para sentencia.

Tras la reanudación Flick dejó claro que la intensidad no es negociable. Su equipo quería más y no cesó en esa presión adelantada que había colapsado al Valladolid en la primera mitad. Los culés volaban y generaron tres ocasiones claras que desbarataron unas veces Hein y otras el poste.

Levantar el pie del acelerador, pese al 3-0, no era una opción y el técnico germano introdujo piernas frescas con Sergi Domínguez, Eric García y Fermín López, tres jugadores que salieron y contribuyeron a que el cuarto tanto llegara por aplastamiento tras un rechace en el área que empujó Raphinha.

El festival era total, pero faltaba la traca final. Todas las piezas parecían engrasadas para Flick. Dani Olmo era omnipresente, Lamine Yamal generaba pánico, Lewandowski seguía con la pólvora a punto y lo de Raphinha empezaba a ser un capítulo aparte. El brasileño ha pasado de ser el sacrificado con la llegada de un nuevo fichaje a ser indispensable. Lidera la presión, se asocia con todos y es definitivo en los últimos metros. Un nuevo balón genial de Lamine Yamal lo aprovechó para firmar el quinto y cerrar su particular hat trick. Pero no sería el último gol. El éxtasis final llegó con los goles de Dani Olmo, tras una jugada individual que culminó con un disparo al palo largo, y Ferran Torres después de un centro lateral de Raphinha. El Barça se divierte por primera vez en mucho tiempo.