El Real Madrid mata la crisis a cañonazos contra el Villarreal (2-0), pero llora por Carvajal

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Un trallazo de Valverde que se envenenó al rozar en Baena y otro obús de Vinicius tumban al Villarreal en un partido del que los blancos salen muy preocupados por la rodilla del lateral, lastimada en una acción con Yéremy Pino

05 oct 2024 . Actualizado a las 23:44 h.

Aferrado al fortín del Santiago Bernabéu, un recinto inexpugnable desde hace 546 días, el Real Madrid atajó el amago de crisis que desencadenó la derrota frente al Lille en la Champions y metió presión al Barça, que saltará este domingo al césped de Mendizorroza igualado a puntos con los blancos, aunque con un partido menos.

Con mejores prestaciones en el centro del campo, el equipo de Carlo Ancelotti sumó, gracias a un par de cañonazos desde fuera del área, una victoria que resultaba imprescindible para calmar las aguas y frenó en seco a un Villarreal que llegaba embalado, pero que fue más manso de lo previsto y salió fusilado.

El triunfo del Real Madrid, cimentado en un latigazo de Valverde que se envileció tras rozar en Baena y apuntalado por otro trallazo de Vinicius que fue directo a la escuadra, recompensó a un conjunto que tomó nota del rapapolvo recibido en Francia, subió la intensidad y mejoró el ritmo de circulación precisamente la noche en la que Toni Kroos regresó al coliseo de Chamartín como testigo de excepción por primera vez desde que activase su jubilación anticipada. Le rindió una cerrada ovación el Santiago Bernabéu al germano. Victorias como la que abrochó el Real Madrid este sábado son la única cura posible para la melancolía que suscitan aquellos años en los que el metrónomo de Greifswald marcaba los tiempos con precisión de cirujano. Su adiós obliga al Real Madrid a pasar página. En esa empresa está afanado Carletto, que salió muy preocupado, como todos, por la rodilla de Carvajal, lastimada seriamente en una acción con Yéremy Pino.

El once de Ancelotti arrojó revelaciones interesantes acerca de la sintomatología que detecta en su escuadra el técnico. Para empezar, situó a Tchouaméni como central ortopédico y dio descanso a Militao, que lleva semanas al límite. Volvió a juntar además a cuatro maquinistas en la medular, la parcela que se encuentra en cuidados intensivos, con Modric como novedad de entrada respecto al duelo ante el Lille. Y arriba, con Mbappé elevando su kilometraje para disgusto de Didier Deschamps, volvió a sacrificar a Rodrygo, cuyas molestias en la espalda pueden servir para aligerar el peso de una decisión que alimenta suspicacias.

Anda Carletto auscultando a un paciente que presentó mejor cara este sábado. Da la sensación de que el italiano vuelve a apostar por la misma medicina para dinamizar al Real Madrid que sacó el pasado curso del recetario: acercar a Bellingham al área. Retrasar a Tchouaméni ofrece además dos ventajas: el de Ruan convence más como central que de pivote y su paso a la retaguardia propicia un centro del campo más fino, con Camavinga en la base y Modric asumiendo la batuta. Le sentó bien el fármaco al Real Madrid, que se puso pronto el encuentro de cara. Vinicius activa la descarga Sorprendió Valverde con un cañonazo marca de la casa que se envenenó tras tocar en Baena y trazó una parábola inalcanzable para Diego Conde, después de que Bellingham aclarase el disparo del uruguayo con un gran movimiento de arrastre a la salida de un córner botado por Modric.

Noveno partido consecutivo encajando para el Villarreal, cuya mandíbula de cristal contrasta poderosamente con la pegada que adorna al cuadro azulejero. Digirió con entereza el golpe el equipo de Marcelino, que rozó el empate de inmediato con un cabezazo de Pépé que se estampó contra el travesaño.

Se protegió bien el Real Madrid, consistente en el repliegue y punzante por el sector izquierdo del ataque. Allí retaba Vinicius a Femenía, que se comió varios culebreos del brasileño y se ganó un amarilla que aminoró su margen de acción. Cortejaban los blancos también la media luna del área, desde donde probó fortuna Bellingham con un disparo que salió ligeramente desviado, y las rupturas al espacio de Mbappé, al que Diego Conde ganó un mano a mano que precipitó un fantástico envío de Vinicius en la recta final de una primera parte que tuvo menos electricidad de la prevista.

Apenas aumentaron las chispas a vuelta de vestuarios, con un Villarreal más contenido de lo habitual y un Real Madrid que tampoco quería desnudarse. Amenazó Baena con un libre directo que salió rozando el poste antes de dejar su puesto a Yéremy, otro agitador permanente. Reaccionó Ancelotti alistando a Militao para el eje de la retaguardia, devolviendo a Tchouaméni al centro del campo y llamando a filas a Rodrygo para dosificar a Mbappé. Estaba recomponiéndose todavía el Real Madrid cuando Valverde cedió una bola a Vinicius, que con tierra abundante por delante lanzó un obús para sentenciar un pleito en el que el Real Madrid mató el conato de crisis a cañonazos, pero del que los blancos salen muy inquietos por la rodilla de Carvajal. Los predecentes son para echarse a temblar.

Ficha del partido

Real Madrid: Lunin, Carvajal, Tchouaméni, Rüdiger, Mendy, Valverde, Camavinga (Militao, min. 70), Modric (Lucas Vázquez, min. 91), Bellingham, Mbappé (Rodrygo, min. 70) y Vinicius (Arda Güler, min. 79).

Villarreal: Diego Conde, Femenía, Logan Costa, Albiol (Bailly, min. 68), Cardona (Bernat, min. 86), Comesaña, Gueye, Parejo (Terrats, min. 79), Baena (Yéremy Pino, min. 68), Barry y Pepé (Ilias Akhomach, min. 68)

Goles: 1-0: min. 14, Valverde. 2-0: min. 73, Vinicius.

Árbitro: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó a Femenía.

Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante 73.842 espectadores.