Tercera jornada y segunda consecutiva lejos del Coliseum. En esta ocasión, contra un Andorra que se rehízo muy bien el fin de semana pasado al vencer al Baskonia, después de un estreno en donde no se vio su mejor cara contra el Gran Canaria.
Es un equipo que se ha rearmado muy bien esta temporada en el aspecto exterior con los fichajes de Evans y, sobre todo, de un especialista en el tiro exterior como Kyle Kuric. Además de, por supuesto, la continuidad de Harding.
Después de lo visto en Victoria, me sorprendieron varios detalles: la aportación de Chougkaz, que venía a ser sustituto de Doumbuya —sigue siendo duda por un esguince de rodilla—; la intimidación de Lammers cerca de la canasta; y el gran trabajo en los intangibles de Chumi Ortega y Rafa Luz.
El de hoy es un partido que va a exigirle muchísimo al Leyma. En Gran Canaria se vio que el equipo necesita a todos, así lo pide la exigencia de la liga. Aunque, en cuanto a las rotaciones, será difícil. En la rueda de prensa, Epi reconocía que, a pesar de que Thompkins y Lundqvist estén para viajar, espera contar al menos con uno. A esto se le suman las dudas de la participación de Goran, que apenas ha podido entrenarse esta semana, y de Figueroa, que arrastra problemas de rodilla.
Son muchas las cosas que hay que hacer bien para poder ganar en Andorra. Bastantes opciones pasan por seguir trabajando como hasta ahora en las opciones que de el rebote, tanto el defensivo —para poder correr y atacar en los primeros segundos— como el ofensivo —les da siempre segundas opciones—. Que muchos de los integrantes del equipo sigan cogiendo minutos de calidad y continuar demostrando el gen competitivo, serán otros de los objetivos transversales para proseguir construyendo este proyecto.