Carlos Sainz toma aire en el Dakar antes de la temida crono de 48 horas

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

Maxim Shemetov | REUTERS

El madrileño se conformó con el séptimo tiempo del día en una jornada en la que Cristina Gutiérrez estuvo en la lucha por la victoria de etapa

04 ene 2025 . Actualizado a las 17:23 h.

Cristina Gutiérrez fue la mejor clasificada de la Armada española en la etapa de este sábado del Dakar. La campeona de la categoría T3 en el 2024 fue la mejor de Dacia, superando a morlacos como sus compañeros Sébastien Loeb o Nasser Al-Attiyah, quien, de momento, no ha asomado por la zona alta. La burgalesa entró quinta a minuto y medio del vencedor de la jornada, Guerlain Chicherit, que estuvo luchando con los Toyota de Seth Quintero y el local Saood Variawa, debutante en este Dakar.

Dos puestos por detrás, sin sacar mucho la cabeza pero sin perder tampoco el foco de arriba, Carlos Sainz entró a 2.32 en meta. El Matador, consciente de lo que viene por delante de aquí al martes, buscó desde el principio huir de la primera posición, consciente de que abrir pista en la difícil etapa de este domingo puede perjudicarle, y mucho. En una jornada marcada por la dificultad para la navegación, Sainz tuvo que tirar de mente fría para no equivocarse antes de tiempo. «Había mucha vegetación, muchos caminos que casi no se veían... complicado», resumía, escueto, un Sainz que siguió el final de la etapa subido aún en su Ford Raptor hasta que pudo ver cómo había quedado.

La peor noticia en la categoría de coches para los intereses españoles la dejó Laia Sanz, que en el kilómetro 330 tuvo un accidente. Aunque tanto ella como su copiloto, Maurizio Gerini, salieron ilesos, cedieron mucho tiempo con el ganador del día hasta que las asistencias pudieron ayudarles a reparar el Century.

Este fue un retraso no previsto, no como el de Sébastien Loeb, que fue uno de los que tiró de estrategia. Y es que abrir pista en la temida jornada de este domingo puede ser letal para quienes optan a lo más alto. «El objetivo no era marcar el mejor tiempo, así que decidimos parar unos minutos al final para perder un poco de tiempo y no ser los primeros mañana», declaró el francés en la meta. «Todo el mundo ha jugado a lo mismo... habrá que esperar para ver exactamente cuál es nuestra posición en la clasificación», avanzaba, consciente de que resistir y no solo ser rápido va a ser clave en este Dakar.

Sanders, dos de dos

Con la mente puesta en esa temida crono 48 horas que arranca este domingo, también los pilotos de dos ruedas salieron conscientes de que era crítico no fallar en esta primera etapa seria. Aun así hubo pilotos que tuvieron sustos serios e incluso ya se pueden contabilizar abandonos, como el de Sebastian Buhler, de Hero, que tuvo que ser evacuado en helicóptero tras una dura caída en el kilómetro 68 de la especial en la que se lesionó el hombro. Varios pilotos se pararon a socorrerle, lo que luego les permitió recuperar ese tiempo al final.

Esto y las diferentes condiciones de la etapa, con pista dura y algunas dunas más blandas alternándose, propiciaron que fuera una jornada en la que los errores penalizaron más que los aciertos. Así, un Lorenzo Santolino que llegó a ir primero al comienzo del día acabó cediendo media hora con el ganador de la jornada, Daniel Sanders, que ya se impuso en el prólogo.

El mejor español fue Tosha Schareina, la gran baza nacional en este Dakar, que acabó cuarto el día a poco más de 4 minutos y 40 segundos. La labor de equipo con Ricky Brabec, que terminó segundo, será clave para la estructura de HRC de cara a las duras próximas jornadas del raid, ya que tendrán que batirse no solo contra los otros competidores sino contra la compleja navegación que se avecina. De hecho, como confesaba el valenciano en la meta, ya tuvo que bregar este sábado contra el libro de ruta en el kilómetro 332 de la especial del día sobre 413. No fue el único. También el joven Edgar Canet se dejó en ese punto algo más de 7 minutos.

«He perdido 5 minutos, pero creo que se debe a un error del road-book, así que quizás los recupere. El año pasado no hice la 48 horas Chrono, todo es nuevo para mí. Pero estoy en forma y preparado para la batalla», avanzaba sobre la que se le avecina este domingo. Y es que el que viene a ser el heredero del retirado Joan Barreda tiene cuentas pendientes con el Dakar. En la edición del 2024 se tuvo que retirar con la muñeca rota después de una caída en la etapa 1 que este sábado ha superado, por lo que a partir de ahora será todo mejorar su resultado de su anterior participación.

Así van los gallegos

En cuanto a los representantes gallegos del Dakar, Eduardo Iglesias e Iván Merichal, ambos pilotos de motos, finalizaron la prueba en la posición 97 y 115, respectivamente. El mecánico de camiones Xoán Silva, terminó como trigésimo primero.